Capítulo 2-Mi hermosa nueva familia

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Capítulo 2

Mi hermosa nueva familia


Tiempo atrás

Despierto y escucho el jugueteo y forcejeo entre Bolt y Kean, no sé qué hora será, pues no puedo ver la luz del sol aquí abajo, pero el hecho de que Kean y Bolt estén despiertos y de pie me dice que no es muy temprano; Me quedo un rato acostado pensando “¿cómo es que mi vida llegó a ser así?” no lo sé pero es mejor que me levante y cuando estoy a punto de hacerlo escucho una molesta voz, y quién puede ser, nada más y nada menos que Bolt.

-¡Hey! Kean mira, ya despertó el princesito durmiente-

-¿Ahora qué le pasó a tu despertador interno, Yagui?- me dice Kean en tono de burla, y después ríen juntos, el fastidioso par de payasitos.

-Ja, ja, ja- finjo una risa ante su intento de chiste –en serio que me gustan sus chistes- digo sarcásticamente, después de ponerme de pie y rascarme la cabeza.

-Bueno al menos nosotros le sonreímos a la vida y no andamos de nenitas lloricas- me dice Kean en tono de superioridad.

- Cállate Kean, tú no sabes ni abrir una lata de atún y te la pasas el día recostado leyendo tus libritos de hombres con trajes y súper poderes, y solo por eso ya te sientes uno de ellos, entiende que ni siquiera existen, mejor concéntrate en la realidad- le digo ya fastidiado.

-Bueno mis historias han servido para darnos una idea de cómo construir un refugio- contesta Kean, en defensa propia.

-Está bien- dice Bolt, interrumpiendo la discusión –Debo de admitir que a mí no me gusta vivir en un calabozo que está debajo del sótano, escondiéndome de tontos conejitos- se queja, mientras empieza a imitar ridículamente a un conejito –Bueno, me voy a hacer mis ejercicios-

-¡Ja! un punto a mi favor- grita Kean levantando el brazo, luego me señala y me dice –En cambio tus estudios de psicología ¿para qué han servido? ¿A quién le darás una plática o consulta o lo que sea? Por lo menos la condición física de Bolt de algo sirve aunque tenga la cabeza hueca.

-¡Oye!- reclama Bolt.

- Bueno mis estudios me ayudan a lidiar con tontos como ustedes a diario - Los dos me miran con cara de enojo- le puedo decir a Bolt que padece el trastorno de hubris y tú el trastorno de Batman- y ahora es mi turno de reír- ja, ja, ja, ja- suelto una carcajada y los dos se me avientan encima. Después de un rato de forcejear, por fin me dejan en paz. –Oye Bolt ¿por qué me atacaste tú? entiendo que Kean se haya enojado, pues le dije que se creía Batman, ¿pero tú? Ándale, dime qué te dije-

-No te hagas, casi casi me dijiste que era una vieja – Me dice Bolt poniendo cara de seriedad.

-¿Vieja, por qué? ¿Cuándo dije eso? ¿Pero qué? – Y pongo cara de sorpresa – Yo nunca te di…

- Cállate – Interrumpe Bolt gritando – Me dijiste que se me estaban transformando las bubis – Reclama sonrojado y Kean se echa a reír.

Pongo los ojos en blanco, contengo mi risa y por fin le contesto –Ay no puedo creer que aparte de tonto seas sordo – Y me voltea a ver amenazadoramente – Hey espera no te enojes lo que dije es que tenías el trastorno de hubris, o sea que a veces tienes delirios de grandeza, yo nunca tuve la intención de insultarte, tú lo mal interpretaste – soltando una carcajada.

-Tienes razón, no me insultaste. – Para mi sorpresa, demasiado tranquilo – pero – hace una pausa – ¡ahora sí! –

- Pe-pe-pero yo que di… - Cuando me doy cuenta ya tengo a Bolt encima intentando aplicar u  llave de lucha libre de esas que veíamos cuando éramos niños.

SumisiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora