01

941 59 4
                                    


Desde que Kyoku Fuyumi podía recordar, siempre había estado interesada en la música. Después de todo, su madre era una famosa luthier de muchos instrumentos, por lo que estuvo expuesta a ese tipo de entorno desde una etapa temprana.

Por lo tanto, cuando Fuyumi estaba en primer grado, le dijo a su madre que quería aprender a tocar el piano. Se topó con el instrumento una vez en el centro comercial y se sintió encantada cuando alguien lo tocó por diversión.

Haruna decidió que si eso era lo que quería Fuyumi, ella simplemente la apoyaría. Así que ella inscribió a Fuyumi en clases de música.

Durante las primeras semanas, Fuyumi aprendió todo desde cero. Notas musicales, terminologías, posiciones adecuadas de las manos y partituras musicales sencillas. Ella aprendió todo esto diligentemente,

Pasaron unos  meses, probablemente 4 y medio después, Fuyumi podía tocar correctamente el piano a oído. Esto sorprendió al profesor de música, ya que generalmente tomaba 6 meses tocar el piano tan bien. Lo que el profesor de música no sabía era que practicaba incluso en su casa.

Ella escuchaba regularmente música clásica. Tenía la mayoría de instrumentos de música clásica habituales en su poder, y cuando su mamá le compró un piano para practicar, Fuyumi comenzó a pulir sus habilidades de inmediato

Haruna vio algo en Fuyumi, no era talento bruto o habilidades naturales, era un impulso apasionado. Su hija se centró en la música, encontró todo interesante y lo aprendió con tanta pasión y determinación. Fue simplemente puro amor por la música.

Por eso, después de un año de aprender piano, Fuyumi también comenzó a interesarse por otros instrumentos. Seguía con las clases de piano, pero en casa probaba de violín y la flauta por pura curiosidad y asombro. Haruna veía a su hija intentar y fallar entretenidamente antes de corregirla. Fuyumi no titubeó ni una sola vez.

Kyoko Fuyumi estaba enamorada de la música y vivía por ella.

≫ ──── ≪•◦ ❈ ◦•≫ ──── ≪

—Ah, está pieza es bastante buena. —Murmuró para sí misma, estaba en la azotea de su escuela primaria comiendo onigiris mientras tarareaba las notas de su nueva pieza.

La puerta se abre abruptamente revelando una cabellera marrón de su edad que jadeaba. Luego, prácticamente cae al suelo junto a ella. Conmocionada, Fuyumi se estremeció un poco antes de mirar al cansado chico.

—U-uhm... —tartamudeó antes de tocarlo. —¿Estás bien? —Le preguntó, ganándose un gemido entrecortado. Eso probablemente significa que no ¿verdad?

—Supongo que no. Toma un onigiri y siéntate, por favor. —Le dijo, y ante la mención del onigiri, el niño revivió inmediatamente con ojos brillantes. 

—Gracias~ —Dijo arrastrando las palabras y sentándose junto a ella mientras tomaba un onigiri de su bento.

—¿Cuál es tu nombre? —Fuyumi le preguntó al peli marrón que literalmente inhaló el onigiri. —Miya Osamu, ¿tú? —Se presentó antes de morder otro onigiri. Ah, es uno de los gemelos Miya de la siguiente clase. Siempre causan algún tipo de alboroto por aquí.

Aunque la chica sonrió. —Kyoku Fuyumi. —Dijo agarrando su propio onigiri para comer. No tenía amigos porque era del tipo de persona tímida, acercarse a la gente da miedo.

—Encantado de conocerte. ¿Puedo comer otro onigiri?

—Pff- encantado de conocerte también. Y claro, no me importa.

Rhapsody || Haikyuu!! Inarizaki Mannager (TRADUCCIÓN/EN EMISIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora