XIV

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Recordaba las palabras de mi hermano, todas las noches me gritaba para que trajera de vuelta a Sakura.

“Mueve el culo Sasuke, y ve a buscarla”

No sé si hice bien en decirle a mi hermano donde vivía Sakura, solo quería que dejara de molestarme, tenía demasiada carga sobre mis hombros, sobre todo eran los asuntos del clan, buscar a Karin y venir todas las mañanas para asegurarme que Sakura estuviera a salvo.

Mi carga aumento cuando una noche mi hermano se presentó ante mi diciéndome que había ido a ver a Sakura, por dentro moría por saber si ella aun me odiaba, pero sabia la respuesta ella aun sentía rencor por mí.

“Sakura trabaja en un Bar”

Escucharlo decir estas palabras, hizo que me molestara de sobre manera, pero lo ignore aún tenía cosas que resolver sobre cargamentos de coca.

- ¿No piensas hacer nada? –

- No – Continúo revisando unos papeles.

- Ella corre peligro en ese lugar – Grita mi hermano tratando de llamar mi atención.

Era obvio que sabía los peligros que ella podía tener, por eso siempre uno de mis agentes cuidaba ese bar todas las noches y yo me presentaba por las mañanas, pero no era algo que debía contarle a mi hermano.

- No me interesa, si no tienes nada más que decir vete – Levanto la voz para que dejara de hablar del mismo tema, mi hermano completamente molesto sale de mi oficina dejándome solo.
 
Hago mi cabeza hacia atrás dando un gran suspiro, me reincorporo y observo el broche que le había regalado a Sakura, me llenaba de tanta nostalgia cuando lo sostenía entre mis manos, aun pensaba en la mirada tierna de Sakura y en el sonrojo de sus mejillas.

Tomo mi celular y marco un número.

- Dígame mi Señor –

- Cuando termines tu trabajo, quiero que hagas algo más para mí, has trato con la dueña de ese Bar y le ofrezcas gran cantidad de dinero por el - 

- Entendido mi señor, será como usted ordene.  – Corta la llamada.

Después de varios intentos fallidos, aquella mujer no deseaba vender el Bar, aun cuando le ofrecíamos gran cantidad de dinero ella seguía negándose, incluso estuve tentado de ir yo personalmente a hacer trato con esa mujer, pero si lo hacía Sakura me odiaría aún más.

Como todas las mañanas estacione mi coche para ver a Sakura, pero al hacerlo la note totalmente diferente, incluso parecía que coqueteaba con ese idiota que diario la acompañaba, la vi dándole un beso en la mejilla  para después sonreírle e irse a casa, pero antes de llegar a casa, ella choca con uno de mis agentes, y la veo mirando hacia donde yo me encontraba, por la expresión que ella había hecho sabía que no me había visto.

Ordene a mi agente irnos, pero todo el camino hacia la mansión sentía una extraña sensación dentro de mí, que me impedía concentrarme, así que, junto a dos de mis agentes, regresamos al apartamento de Sakura, al parecer todo se veía tranquilo, hasta que veo a ese idiota mediocre llegar en una motocicleta roja.

No me aparto de ese lugar y lo veo subir al apartamento de Sakura, me asombro al ver que ella lo dejara pasar, trato de controlarme, estaba a punto de entrar y sacarlo a golpes, cuando los veo bajar y a ella subir a la motocicleta.

Subo de nuevo a mi coche y los sigo a una distancia considerable, hasta que los observo estacionarse en un parque de diversiones, eso era muy estúpido como llevar a una chica a ese tipo de lugar.

Pero me quedo atónito al ver a Sakura sonreír de manera muy diferente, nunca llegue a ver esa sonrisa sobre sus labios, ni siquiera yo había podido lograr algo así.

Եհҽ ʍɑƒíɑDonde viven las historias. Descúbrelo ahora