Pedazo de Corazón

¿Corazón?

Era una tarde de invierno, el cielo oscurecía y eran casi las 2, el frío invernal anunciaba lluvia torrencial, sin embargo, nunca hay un mal día para tener corazón.

Samuel caminaba con la cabeza gacha, rumbo a casa, un poco lejos de donde estaba, pateando las piedras y casi sin darse cuenta de que existía el mundo...

El estaba flotando en un espacio de melancolía y decepción,

"¿Otra vez lo mismo?"

-¡No!- Se dijo a sus adentros, para consolarse.

Pero lo detuvo una palma en su hombro, era Miguel.

-Hola Samuel! Ya casi es hora del partido- dijo mientras intentaba ver su cara desde abajo.

-lo se, voy a mí casa por las cosas y lo veo en el partido- respondió Samuel pasando frente a Miguel sin dudarlo.

-nos vemos!- Dijo Miguel con una sonrisa

Samuel continuo flotando en su mar de pensamientos, pensar demasiado las cosas lo había hecho débil y vulnerable, pero ahí estaba, sin poder dejar de pensar un instante.

Finalmente después de mucho tiempo hundido en sus pensamientos, llegó a casa, quizá pasando por un par de accidentes e ignorando un par de peligros.

-Hola! ¿Como están?- gritó Samuel mientras entraba en su casa.

Pero no hubo respuesta.

-no hay nadie- respiró profundo mientras se apoyaba en su cama.

Se quedó mirando el suelo, como entraban algunos rayos de sol através de la ventana y caían sobre el desorden de su habitación.

Se levantó rápidamente de su cama, agarro algunos guayos, un uniforme, medias y sus canilleras, las tiro dentro de la mochila sin importar el orden y se vio al espejo mientras se calzaba su mochila.

Su cabello desordenado también respondía a los rayos del sol, se vio fijamente a sus propios ojos, cansados... Con ojeras, y llenos de sentimientos, cualquiera que lo viese a los ojos podría saber que estaba inundado de sentir.

¿El corazón? Se preguntó.