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Keisuke había vuelto al infierno, donde todo era igual que ayer e igual que mañana. Almas sufriendo, otras devorándose y algunas luchando, los demonios buscaban por sexo entre ellos mismos y también pensaban en cómo conseguir más poder o simplemente como lograr llegar a la Tierra para comer algunas almas, no todos los demonios tenían acceso a la Tierra, los portales no eran un juego.
Para Keisuke su vida era notablemente aburrida y carecía de chispa o emoción que pudiera acelerar su interior, o al menos lo era hasta que conoció a Chifuyu, aquel ángel de cabellos oscuros y ojos grandes. Lo tenia de cabeza y con la mente en blanco, no pensaba nada que no fuera él y lo notaba, lo cual lo hacía sentir avergonzado consigo mismo, pero no negaría que ansiaba con ansias que el día de mañana llegara pronto, todo para poder escaparse con su ángel, claro.
A diferencia de los humanos, los demonios no necesitaban dormir y el pretender que sí sería totalmente ridículo. Baji se dedico a andar vagando por la oscuridad y las tinieblas del infierno. Durante su paseo frecuento varios lugares interesantes, incluso llego a otros que ni el mismo conocía, pero al ver como de algún modo sus pies lo habían traicionado y había vuelto a la torre principal de su hogar, bufo molesto. No deseaba estar más en ese lugar y le dolía el que así tenía que ser.
Keisuke ya no se sentía mas como un demonio, se sentía mas vacío de lo normal, siempre había llenado un vacío invisible con las muertes y la pureza que arrebataba de las almas humanas. Además de uno que otro ángel que había logrado hacer cenizas en el pasado por mera diversión o aburrimiento en su reciente caso. Keisuke ya no se sentía bien en el infierno, pero tampoco encajaba en el paraíso.
El paraíso... ¿Qué estaría haciendo Chifuyu en ese momento? Se preguntaba mirando hacia arriba como si buscara por un cielo azul, siendo esto imposible ya que el único cielo que poseía el infierno era rojizo, oscuro y carbonizado. Estaba preocupado por el ángel, temía que aquellas escandalosas y horrendas trompetas representaran malas noticias, no quería que dañaran a al rubio por su culpa.
—¿Y si ya se enteraron? ¿Y si nos descubrieron? ¿Qué haré si no vuelvo a verlo...?
El demonio había comenzado a desesperarse, no importaba como, pero él tenía que ver a Chifuyu ya mismo o moriría de una sobre carga mental. Automáticamente su mirada viajo hacia el enorme reloj de luz que estaba centrado en el suelo del infierno, las manecillas era rayos de luz que se colaban entre las pesadas y oscuras nubes infernales, anunciaban que un nuevo día había llegado.
Keisuke sin pensarlo más corrió a toda velocidad hacia los portales, justo cuando estos fueron envueltos por tinieblas negras comenzaron a funcionar y se zambulló en ellos para viajar directo a la Tierra. Los portales eran poderos al transportar seres maléficos, pero eran malos para las direcciones, Baji debía mentalizar el lugar al cual quería llegar antes de aterrizar. Fue así como rápidamente formo la imagen del sitio especial que compartía con el ángel, llegando así hasta el.
El demonio miro alarmado hacia los lados en busca del ángel y al no verlo entro en pánico, temía que algo en verdad grave hubiese pasado. Temía que lo hubieran castigado por su culpa. Todo era su culpa, nunca debió involucrarse con un ángel, estaba prohibido, las leyes se lo prohibían y aun así, aun así....
—Chifuyu...Chi-
—Aquí estoy, Baji-san. Te esperaba.
Keisuke miro asustado hacia el cielo ¿Cómo no lo pensó antes? Chifuyu siempre estaba volando, jamás pisaba la Tierra más que cuando estaban juntos. No lo demostró, pero por dentro sintió como una carga de preocupación abandonaba su cuerpo. Estaba tan feliz de que su ángel se hallara a salvo.
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Nirvana.- Bajifuyu
FanfictionEl ángel Chifuyu era el Nirvana del demonio Keisuke. Ambos tenían un amor imposible que desafiaba las reglas. Uno seria corrompido por el otro, mostrándole nuevas sensaciones y sentimientos. ➳Historia corta ➳Fantasía ➳Adaptación de mi historia orig...