𝚜𝚒𝚗𝚐𝚕𝚎 𝚌𝚑𝚊𝚙𝚝𝚎𝚛

726 89 124
                                    

Un día cualquiera, una tarde cualquiera, después de un intenso entrenamiento él se armó de valor

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Un día cualquiera, una tarde cualquiera, después de un intenso entrenamiento él se armó de valor. Aquel hombre que le robaba suspiros inconscientemente no hacía más que evitarlo y aunque su esfuerzo se fuera a la basura él no se rendiría tan fácil.

- ¡Omi-kun! ¿Te puedo acompañar? - señaló el lugar vacío a su lado en la banca mientras le sonreía dulcemente.

El susodicho sólo se limitó a observarlo para luego volver su vista a aquel libro en sus manos, eso para él fue un "no me importa lo que hagas".

- ¿Te comieron la lengua los ratones? -

- no, estoy estudiando -

Por más que intentara hacer o decir algo gracioso seguía sin conseguir que el de rizos riera o sonriera, aún así él lo quería.

- Oh...oye, ¿No puedes hacerte la rata mañana? -

- ¿La qué? - giró a verlo muy confundido.

Ahí estaba él, otra vez Atsumu y sus palabras raras.

- osea que si puedes faltar mañana -

- ¿Por? Aún hay entrenamiento mañana -

- vayamos a comer tú y yo -

- no -

Inconscientemente Atsumu rió, amaba la manera en que lo rechazaba, no lo sentía como un rechazo para darse por vencido; al contrario, eso lo animaba a seguir intentando convencerlo. Tal como una campanilla su corazón hacia "ding dong, ding dong" cuando lo veía, sabía que le quería mucho; esa profunda mirada le hacía quererse perder en ella.

Si no mal recuerda, se había quedado prendado al pelinegro cuando lo vió en aquel campamento juvenil cuando estaba en segundo grado. La primera vez que lo vió rematar, sintió que miraba a un ángel elevarse. Quería pasar más tiempo con él pero aquellos días pasaron muy rápidos, no pudo entablar otra conversación que no fuera sobre el entrenamiento, no pudo pedirle su número o alguna red social para poder seguirlo, nada; no obtuvo nada.

En tercer grado fue cuando volvió a verlo, fue en un partido de Itachiyama VS Inarizaki. Fue la primera vez que estrechó la mano con la de él, ambos eran capitanes, lo tuvo frente a él nuevamente. No permitió que su atracción por el pelinegro lo engatusara, dió lo mejor en aquel partido así logrando ganar un 2 - 1 siendo victoria para Inarizaki. Deseaba volver a enfrentarlo, deseaba colocar para él y finalmente se le había cumplido ese deseo.

Ambos pertenecían al equipo de MSBY Black Jackals, eran compañeros de equipo, juntos compartían varias horas de entrenamiento y esos eran los momentos favoritos del rubio. Después de todo ese tiempo, sus sentimientos no habían cambiado, la mayoría de sus amigos; fuera y dentro del equipo, sabían que él estaba enamorado de aquel pelinegro.

࿄  ♡ 𝘋𝘪𝘯𝘨 𝘋𝘰𝘯𝘨 ♡  ࿄Donde viven las historias. Descúbrelo ahora