Parte 6

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*6 meses después*

Rachel

Londres

Leah Morgan James, ese es el nombre que escogí para mi hija, cuando supe que era niña tuve claro que ese sería su nombre. Una vez mientras hablábamos estupideces con Christopher sobre nombres falsos para nuestras escapadas y no dejar rastro menciono Leah, dijo que ese nombre le gustaba y también a mí. Esa fue mi manera de que aunque no estuviera junto a mí fuera participe en el nombre de nuestra hija.
Aunque último mes aunque lo pase en reposo no tuve complicaciones al momento de tenerla, en este momento era una hermosa bebe de 5 meses, es la perfecta combinación entre los genes Morgan y James. Sus ojos no eran totalmente azules, tampoco eran grises, estaba en un punto medio que hipnotizaba a cualquiera, su cabello era muy abundante de color negro, su piel era blanca como la porcelana y tenía unas mejillas regordetas que no podías evitar comerte a besos.

— ¿Quién es una hermosa princesa? Tú lo eres— dice Luisa con voz aniñada haciendo una mueca hacia la bebe que cargo en brazos mientras camino hacia donde esta ella y las chicas.

Desde el nacimiento de Leah mis amigas habían ido a verla infinidad de veces, sin embargo el día de hoy habían querido venir al centro comercial y no pude negarme, eran muy pocas veces las ocasiones en las que Madie había estado fuera de la Mansión Morgan y la guardia me acompañaba siempre.

—Asustaras a la niña— dice Brenda empujando a Luisa poniendo una cara de boba para tomar a Leah de mis brazos. — Pero es que eres una cosita hermosa, no sé cómo es que eres hija de Christopher, eres un terroncito de azúcar y el parece un limón.

Todas sueltan una gran carcajada incluyéndome, mi hija actuando como si supiera lo que hablamos nos regala una gran sonrisa.

—Es un limón que solo Rachel aguanta chupar— comenta Laila.

Ruedo los ojos riendo y entramos a una de las tiendas, las chicas empiezan a probarse ropa y aunque saben que no es necesario le compran uno que otro atuendo a mi bebe. Amo esto, amo cada momento que paso con ellas, cada momento es único y no puedes pasarla mal estando a su lado.

— ¿Has sabido algo de Christopher?— menciona Alexandra sentándose a mi lado mientras las chicas siguen viendo ropa, Leah sigue en los brazos de Brenda y parece encantada con toda la ropa que ve, es una bebe muy activa y risueña.

—No, el Ministro ha sabido nada. —suspiro y siento su mano sobre mi pierna en señal de apoyo y le doy una pequeña sonrisa.

Desde la llamada que recibí de él en el hospital no he vuelto a saber nada de él, tampoco de Antoni. No dije nada al respecto de ninguna de las dos cosas, aunque el pensar en eso todavía hace que sienta una presión en mi pecho, ¿le temo a Antoni? Sí, no soy estúpida, pero se supone que es un amigo de Christopher y quiero pensar que eso me hace intocable ante el mafioso.

Sin embargo la presión que se instaló en mi pecho desde el momento en el que recibí el arreglo ha ido aumentando con el paso de las semanas, aunque nada ha pasado sigo a la alerta sobre ello. Mis investigaciones personales con respecto al paradero de Christopher tampoco me han dado muchos resultados, solo sé que iría a Italia pero nada me asegura que sigue ahí.

Tiene que saber sobre Leah, necesito decírselo y el que me llamara el día del hospital me confirma de que puedo comunicarme con él, simplemente que tengo que encontrar la forma.

Nos unimos a las chicas en su compra compulsivo y tras un par de horas y varias bolsas, que en mi caso acomodo en la carriola que uno de los escoltas trae por mí, nos dirigimos a uno de los restaurantes de la planta superior del Centro Comercial. Aunque el lugar se encontraba lleno nos cedieron una mesa bastante rápido.

La Continuación Del Mundo Alterno Que Eva Escribió Donde viven las historias. Descúbrelo ahora