Hermanos ⇉Perú y México ⇇

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10. °• Llantos por galletas•°

El sonido de las gotas chocar contra las ventanas y los rayos resonar en la atmósfera, se hacían presente en la casa de España y sus hijos.

Eran ya las 12 de la noche y el español todavía no estaba dormido o incluso acostado en su cama.

Se encontraba rellenando algunos papeles que no había echo a causa de que esa misma tarde había ido al cementerio a ver la tumba de su esposa ya difunta.

Que por cierto hablando de eso, ahora que lo piensa jamás ah llevado a su hijo a ver la tumba de su madre, pues ni si quiera cuando ella falleció lo llevo al entierro, ya que lo dejo encargado con Francia, quien se quedó afuera del cementerio junto a sus otros dos hijos.

Soltó un fuerte suspiro al pensar en aquella etapa de su vida; su pobre esposa... Aún se arrepiente de los tantos dolores que le hizo pasar a ella.

El español se levantó de su escritorio para ir por otros papeles.

Pronto México cumpliría 6 años y entraría a la escuela, por lo que tenía que llenar los papeles de inscripción y aprovechando que ya había acabado su trabajo de la oficina, ahora haría su trabajo como padre.

Se quedó viendo por unos minutos los papeles sin mover un solo músculo, pues su mente estaba tan distraída analizando en qué momento había pasado tan rápido el tiempo.

Incluso Perú ya tenía 5 años.

Aún le parece irónico como su yo del pasado pensaba que no iba a poder con la carga el solo de un hijo... ¿Quién le diría al España de ese tiempo que en un futuro ahora no solo cuidaría a un niño, si no ahora a dos?

Soltó una pequeña risa por su pensamiento.

Apesar de que Perú no era su hijo biológico, lo quería como a uno.

Algo que se había prometido a si mismo es que jamás le negaría inclusive ocultaria a Perú la verdad de su orígen, pues sabe que aún que es doloroso, el pequeño niño crecería y en algún momento se enteraría de la verdad; realmente no sabe si en un futuro Perú quiera ir a buscar a su verdadera familia o a alguien que sepa su verdadero origen. Sea lo que sea que decida el pequeño bicolor, sin duda lo apoyaría.

Escucho un pequeño ruido afuera de su oficina, estuvo dispuesto a salir a averiguar más al momento de parase de su lugar tiro algunas plumas del escritorio, por lo que se quedó a recogerlas.

Pasaron unos minutos y empezó a rellenar las hojas de inscripción para la escuela.

El sonido de un fuerte rayo se escuchó por toda la recidencia y junto a el, también se escuchó el pequeño grito de un niño afuera de la oficina. Ahí España comprendió que uno de sus hijos aún están despierto.

Lentamente se dirigió afuera de su oficina y encontró a su hijo menor con unas galletas en las manos.

- ¿Perú? ¿Qué haces aquí pequeño? -. Ágilmente cargo al pequeño niño para meterlo en la oficina y sentarse en la silla de su escritorio con el pequeño en su regazo.

- Tenía hambre y baje a comer, pero no podía alcanzar las galletas, se que son de México, pero las mías ya me las acabé -. Contesto con la inocencia que le caracterizaba mientras metía una galleta a su boquita.

- ¿Hace cuánto que bajaste? -.

- Hace poco -.

El español no pregunto más y siguió escribiendo en los papeles mientras el pequeño niño se acomodaba en su pecho para seguir comiendo galletas.

No paso ni media hora cuando el bicolor ya están bostezando cada 5 segundos, por lo que el español decidió que ya era suficiente por hoy y salió de la oficina con el niño en brazos directo a la habitación que compartía con su hermano.

Grande fue su sorpresa al encontrar una bola humana cubierta de sábanas mientras temblaba como si de gelatina se tratacé.

Se quedó en shock por algunos segundos hasta que cayó en cuenta que se trataba de su hijo mayor, el cual se escuchaba que estaba soltando pequeños sollozos.

Rápidamente dejo a Perú en su cama para después correr a a ver a su otro hijo.

- ¿México estás bien? Soy papá, vamos mi niño, voltea a verme -.

El pequeño entre pequeños temblores y jimoteos retiro las cobijas de su rostro para voltear a ver a su padre, a los cuantos segundos saltó a los brazos de su padre.

- Pe-pensé que te habías ido junto a Perú, me desperté y no lo ví, luego se escucharon los rayos y waaaa-. El pequeño soltó en llanto mientras intentaba tranquilizarse.

El español solo sobaba la espalda del niño mientras le susurraba uno que otro “todo está bien”.

El pequeño peruano solo miraba la escena sin entender, por lo que solo procedió a comer una pequeña galleta, más a los segundos empezó a sentir culpa al pensar que él era el causante del llanto de su hermano.

Sintió como sus ojitos se llenaban de lágrimas y se dirigió rápidamente con la mitad del paquete de galletas para jalar la pequeña manga del mexicano.

- ¿Estás así por qué agarre tus galletas? Perdón, es que tenía hambre, te juro que trabajaré y te comprare muchos paquetes de galletas -. Dijo lo más rápido que su voz le permitía mientras sentía como pequeñas lágrimas salían de sus ojitos.

El español solo se quedó en shock por no saber a cual de sus dos hijos atender primero, si a México para decirle que todo estaría bien y que los rayos no le harían nada, oh a Perú para explicarle que México no lloraba por su culpa y que obviamente no tendría que trabajar (y menos a su edad).

Rápidamente cargo a sus dos hijos y los recostó en la cama del mexicano, para después limpiarles sus lágrimas a los dos.

- Vamos a aclarar un par de cosas, primero, México, está todo bien, los rayos no te pueden hacer algo, ¿Esta bien? Y mucho menos Perú y yo te dejaríamos solo. Segundo, Perú, México no está triste por que tomaste sus galletas así que no te preocupes, de todos modos no vuelvas a tomar las galletas de tu hermano sin pedirle que te dé ¿Vale? Bien, ahora, ¿Les molestaría dormir juntos? -.

Bien, el español poco a poco le estaba ganando el sueño, por lo que le sería más trabajo dormir a sus dos hijos uno por uno.

- No papá -. Dijeron los niños mientras se metían a las cobijas para cobijarse del frío.

- Bien, dulce sueños mis niños -. Dicho esto depósito un beso en la frente de cada uno para quedarse en su lugar hasta que los dos niños cayeron rendidos en los brazos de morfeo.

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Perdón por la tardanza.

✨🌻 Gracias por leer 🌻✨