— Corre pequeña, ¡CORRE! — escucho los gritos de mi hermano más fuerte a medida de que corro por las escaleras de la casa.
— Solo es una niña, por favor déjala fuera de todo esto. — escucho a uno de los hombres que están en nuestra casa decirle eso a otro.
— Me vale una mierda que sea una niña, el bastardo de su padre no pensó en ellos al meterse con lo nuestro. Por que debería de importarme su familia?
Cierro mis puños con fuerza a mis costados arrinconada cada vez más bajo el armario de la cocina.
— Ella debería de estar por aquí. — Escucho los pasos de uno de los hombres.
— Ya déjalo, vámonos antes de que llegue la policía.
Veo sus sombras por debajo de la puerta del armario y guardo silencio
— Preciosa no me tengas miedo, yo solo quiero jugar — Se me sale un chillido y tapo mi boca con mis dos manos.
— ¡AQUÍ ESTAS!
Pego un brinco en la cama por el mal sueño que acabo de tener, estoy toda sudada y viscosa. Miro la hora de mi movil y veo que aun faltan 20 minutos para ir a el instituto, me pongo de pies y me dirijo al baño a darme una ducha antes de irme.
Desde pequeña siempre he sido una persona simple, creo que la vida me ha dado tantos golpes y tan poco cariño que ya me acostumbre. Me visto con lo mas cómodo que encuentro y salgo de casa.
Otro día de escuela, lo detesto. Aunque odie la idea de ir, soy muy buena con los estudios... Nunca me he afligido por eso, es mas me esfuerzo por sacar buenas notas siempre aunque no lo parezca.
— ¡Mao, espérame! — escucho gritar a la única persona que he considerado una amiga durante tantos años.
— Hola, que cuentas? — le digo dándole una sonrisa de boca cerrada.
— Bueno, he estado bien durante el fin de semana, mi psicóloga dice que estoy mejorando — da un brinco de emoción y sonrió con ella.
— Me alegra.
Nunca fui esa amiga alegre que ella merecía, siempre he sido muy certera con lo que digo y eso para ella esta bien, así me acepto y lo agradezco mucho.
Brittmar es una chica con problemas depresivos, desde que tenia 12 años quiso hacerse daño por primera vez, cuando tenia 14 se corto las muñecas y si no es por su papá que la encontró a tiempo ella hubiera muerto.
Desde entonces ella va a terapia y le ha funcionado... muchas veces ha consumido sustancias toxicas y no la culpo y mucho menos la juzgo por que también lo hago... Para mi es c9mo un escape de la realidad.
— Hiciste el trabajo de matemática? — la escucho decir.
La miro con el ceño fruncido — ¿Que trabajo? — ella suelta una carcajada y sigue su camino.
— ¡Hey Britt, que trabajo!? — La sigo por todo el pasillo del instituto hasta que nos detenemos en los casilleros
— Vale, por que eres tan despistada? — me pregunta viéndome con una risa malévola
— No soy despistada, siempre soy responsable con mis trabajos y las tareas. — Hago una pausa y me pongo a pensar. — No recuerdo ningún trabajo de matemáticas — digo de mala gana
— Bien, recuerdas el viernes? — abro mis ojos como platos, por que ese día no vine a clases por que la noche anterior me emborraché en una fiesta y estaba fatal.
— No puedo creerlo, falto un día y mandan tareas — digo rodando los ojos.
— Es que no solo te toco hacer el trabajo a ti sola amiga, te toco en pareja — dice poniéndose roja por lo mencionado anteriormente.
— Aja y con quien me toco?
— Buen.... — no termina de decir por que es interrumpida por el timbre avisando que debemos entrar a nuestra primera clase. La fulminó con la mirada mientras ella corre al aula
Odio las clases de biología, pero siempre me entretiene cuando tenemos que abrir algún animal, es fantástico.
— Bien chicos es hora de salir, recuerden que el día jueves deben entregarme el resumen de la clase de hoy — dice nuestra linda profesora.
Desgraciada.
Recojo mis cosas lo mas rápido que puedo y voy directo a los vestidores a cambiarme para la clase de deporte, no me gusta deporte, de hecho vengo rápido a la clase por que si no entro a esta clase, los puntos me harán reprobar la materia y no quiero eso.
— Me vas a decir con quien me toco hacer el trabajo? — le pregunto a la chica pelo azul, que se hace llamar mi amiga.
— Es que si te digo vas a molestarte, por que se que te gusta trabajar sola. Y te molestará mas saber que no te avise sobre el trabajo. — dice viendo sus tenis. A veces es tan tierna, pero otras veces provoca matarla.
— Vale, no me molestará. Solo suéltalo — digo tomando una larga respiración.
— ¡CHICAS TODAS AL CAMPO!— maldigo por lo bajo y ella sale disparada una vez mas.
— Ok, darán 3 vueltas al campo, los chicos darán 5 y luego tendremos un pequeño juego entre todo el grupo. — dice el entrenador sonando el silbato.
— ¡EMPIECEN OLGASANES!
— Britt, dime con quien coño me toco hacer el trabajo? — digo corriendo a su lado.
— Bueno resulta que a mi me toco hacer el trabajo con Pierce — dijo viéndome con una alegria contagiosa.
Resulta que Pierce, es uno de los chicos mas conocidos en el instituto por ser deportista y estar bueno. Por que eso no hay que negarlo.
— Y a mi?
— Conmigo. — responde una tercera voz dejándome con los ojos abiertos aun sin mirar quien era. Por que yo sabia de quien se trataba.
¡Hola preciosuras!
Que tal les pareció el primer capitulo de ¿"Me dejas escucharte"?Espero que les haya gustado mucho jajaja, y dejen su opinión.
Recuerden votar y seguirme en mis redes sociales.
Instagram: @angeles_passarelli
Twitter: @teffy0212Nos vemos luego.
ESTÁS LEYENDO
¿Me Dejas Escucharte?
Teen FictionNo puedes cambiar a una persona de la noche a la mañana, y menos si esa persona ha tenido un terrible pasado, presente y lastimosamente futuro.