23 de Junio de 1492
El viento soplaba y las hojas se mecían, la luna estaba resplandeciente, era brillante y grande, tanto que alumbraba cada rincón oscuro. Tranquilidad, eso era lo que emanaba aquel lugar, todo era un silencio sepulcral, que al mínimo ruido alguien podría percibir.— ¡AYUDA! — gritó un chico desesperado — ¡POR FAVOR QUE ALGUIEN ME AYUDE! — exigió aún más fuerte.
La escena era atroz, el chico corría desbocado, las tumbas le impedían escabullirse mejor, su respiración era acelerada y el nerviosismo activó sus sentidos los cuales eran más agudos, mientras él seguía luchando un grupo de hombres que le doblaban el tamaño y edad iban tras él, uno de ellos emitía una risa macabra, de esas que te enchinaba la piel y te generaría pesadillas, era delgado y muy ágil, tenía una larga cicatriz en su ojo izquierdo, el cual estaba cubierto por un pañuelo, dándole un aire sanguinario, vestía unos pantaloncillos cortos, una camisa arremangada hasta los codos y unos converse, otro de ellos sujetaba una hacha, de la cual escurría sangre, este era más fornido, su cuerpo era el doble que el primero, tenía una barba larga junto a una cicatriz en su mejilla izquierda, vestía un pantalón negro junto a una camisa de manga corta y unos vans, el último se encontraba sentado, fumando un cigarrillo, a diferencia de los otros su complexión era musculosa, sus ojos eran marrones y también tenía una cicatriz, la cual comenzaba desde la comisura izquierda de sus labios hacia afuera, dándole un parecido al guasón, vestía un pantalón negro junto a una gabardina negra, dándole una calada al cigarrillo y seguido expulsando el humo tras sus labios.
— Deja de pedir ayuda — hablo para si mismo — nadie puede salvarte de nosotros — sonrió ladino.
Tiró el cigarrillo y sacó una daga de su gabardina, busco una tumba que estuviera alta y trepó en ella para lograra visualizar mejor a su víctima, sus ojos buscaron por cada camino estrecho hasta que logro verlo, su sonrisa se ensanchó y entre cerro los ojos para enfocar más, estiro un poco el brazo hacia atrás y lanzó la daga, está voló y dio justo en la espalda del chico haciendo que perdiera el equilibrio y cayera, el dolor comenzó a recorrerlo y sus gritos eran la clara evidencia de ello, mientras el se retorcía los otros dos asesinos ya estaban a unas cuantas zancadas de el.
—Tengo que seguir — susurro — ¿Dónde estás maldita tumba? ¿donde? — se preguntó.
Haciendo un esfuerzo se colocó de pie y frente a él estaba la dichosa tumba, en la cual vislumbraba lo siguiente: Marie Laveau (10 de septiembre de 1794 a 15 de junio de 1881) tumba del renacimiento griego es el lugar de enterramiento de esta notoria "reina vudú" un culto místico fue traído a esta ciudad desde Santo Domingo y florecido en el siglo XIX Marie Laveau era la más conocida de muchos practicantes del culto. Sus ojos mostraron asombro y sin pensarlo tocó tres veces la tumba con sus nudillos y sacó la daga que permaneció clavada en su espalda, haciendo una mueca de dolor logró sacarla y marco sobre ella xxx, cerró sus ojos y apego la daga a su pecho.
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Cold Blood
ParanormaleCada 23 años durante 23 días, él aparece y asesina a quienes visitan a su reina, la reina del vudú.. Su nombre es Cold blood o así le apodan. Un grupo de amigxs que se verá envuelto en un problema anormal, visitar el Cementerio de Dolores no fue una...