⊹Glitch⭒Tamaki Amajiki⊹

ellos no te aman como yo

✉Kira Tsumiki✉

-¿Mamá?- me di vuelta al sentir que me apuntaban con algo a la cabeza.

-¿Por qué? ¿Por qué tuviste que ir a ese edificio?-

-¡Mamá, déjalos que se vayan ellos no tienen nada que ver en esto!-

-¡No me grites! No los dejaría ir ni aunque estuviera loca, falta poco para que mi experimento sea completado y necesito de ellos para terminarlo-

-¡Usame a mi, pero deja que se vayan!- mencioné

-Ay Kira, eres mi hija, mi niñita por más que quisiera no podría usarte para eso, además de que necesito dos personas-dijo apuntando a los niños con el arma-¿Por qué no me entregas a los niños y volvemos a nuestra vida de antes?-

-¡Nunca!- dije apartandolos de ella poniéndolos detrás de mi.

-Kira, ese es tu problema te encariñas demasiado con simples ratas de laboratorio- estaba apunto de dispararme para que me alejará así que empecé a forcejear con ella para quitarle el arma-¡Sora, saca a Lein de aquí!- dije mientras forcejeaba con ella hasta que logré quitarle el arma.
Cuando iba a tomarla la pateó hacia su mano disparando muy cerca de mi, por fortuna no logro darme.
Salí por las escaleras, estaba a punto de salir pero un disparó en mi brazo me detuvo.
Caí al suelo golpeándome en el brazo del dispara provocando que diera un gritó.

-Kira ¿Por qué quieres salir?-dijo tirando un mueble por la puerta para que no saliera- ¿Crees que ese chico y los otros dos mocosos te quieren tanto? En cuanto vean que tus fallas siguen ahí se alejaran de ti tal y como todos lo han hecho- mi respiración era agitada tratando de alcanzar algo para levantarme y justo cuando había tomado algo mi madre aplasto mi mano ocasionando otro grito de dolor-¿Aún no lo entiendes? La única persona que se queda contigo a pesar de esas fallas tuyas, soy yo-

-Si de esto se trata que te quedes conmigo, entonces no te quiero- dije apartandome de ella poco a poco hasta que me acorrale con una pared.

-Hija mía, nadie te ama como yo, ellos jamás te amaran como yo-

Logré llegar hasta la puerta con arañones y mi mamá rió.

-¡Ni siquiera lo intentes! No tienes la llave- como una respuesta ante ella saque la llave y abrí la puerta, intento dispararme pero las balas ya se le había acabado.

Me encerré dentro del lugar y intenté levenatarme para buscar algo con que detener el sangrado.

¡Vendas! Bien, las voy a necesitar.
Con un pulso tambaleante logré vendar mi brazo para hacerle un nudo al último.

Escuché como mi madre intentaba abrir la puerta, fallando en el intento.

-¡Ni siquiera se te ocurra tocar nada de ahí! ¡Si haces algo ahí, te mataré!- fueron las palabras que salieron de su boca.

Era un pasillo ancho tan largo, al final podía ver algo cubierto por una manta.

Mientras pasaba podía ver el armario rojo y viejo de mis dibujos, así que aquí es donde dejó las cosas que me podrían recordar cualquier problemática que ella ocasionó.
Mis otros dibujos y mis peluches, todos los restos de los dibujos quemados por papá.

Una foto, esta es la de... Mis otros hermanos, no, no, odio tanto imaginar cuánto daño les hizo para su retorcida idea.
Mis pobres hermanitos, Zeni y Naru tenían apenas 5 cuando mamá los agrego a su experimento retorcido.

Mis lágrimas comenzaron a caer en el vidrio del marco de la foto.

Al final llegué a lo que la manta cubría, el hecho de ya imaginarme lo que habría ahí era simplemente perturbador.

Quité la manta dejándola en el suelo.

El cuerpo de un joven hombre que parecía de entre unos 17 o 18 años yacía en ese líquido de extraño color.

Mi madre había estado probando la alquimia desde hace tiempo con ratas o pájaros, nunca funcionaba así que pasó a probarlo en animales más grandes como perros y otros más, papá le decía que tenía que detenerse decía que estaba desquiciada hasta que un día, ella solo tomó un cuchillo de cocina y se lo clavó directo en el pecho, siete puñaladas, las siete puñaladas del día 23 de diciembre, un día antes de navidad.

Todo eso lo hizo mientras yo observaba por la puerta de la habitación, ella se dió cuenta y me arrastró hasta aquí, me obligó a olvidar ese momento.

Resultó ser que empezó a practicar la alquimia con un cuerpo que ella había creado.

Comenzó a usar los órganos de niños sanos, también comenzó a agregar tantas características para crear al ser perfecto, ella quería probar que podía crear vida, siempre quiso destacar.

Necesito tomar pruebas.

Saque mi teléfono y comencé a tomar fotos de todo.

¿Cómo podría parar está locura? Quiero destruirlo todo ¿Sería lo mejor quemarlo?

Escuché como la puerta daba un fuerte golpe, ya la abrió...

-La alquimia... Es fantástica ¿No lo crees? El hecho de como pude construir los órganos- dijo acercándose poco a poco.

El asco que sentía en estos momentos era tanto que sentía que vomitaría.

-No lo construiste, solo utilizaste el de mis hermanos, les hiciste daño, tú ¡Su propia madre! Los usaste como si no valieran nada, pero nunca jamás permitiré que vuelvas a lastimar a nadie-

Dije a punto de oprimir un botón.

-¡No! ¡Aún no está terminado!- dijo acercándose corriendo para intentar clavarme un cuchillo, pero ya era demasiado tarde, había oprimido el botón...