Capítulo 8: Sorpresa

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Sebastian POV

Mi madre seguía hablando por teléfono, pero colgó rápidamente al notar que trataba de escuchar su conversación, pude ver que se encontraba nerviosa, pero ¿de qué lo estaría?, empezó a dar enormes y apresurados pasos para dirigirse a su habitación, enseguida hice una pregunta que hizo que se detuviera.

-¿Con quien hablabas?- pregunté dudoso.

-Eso es algo que no te importa- respondió en tono ofensivo.

-¿Hablabas con mi hermana acaso?- volví a preguntar omitiendo su comentario anterior.

-Si, ¿dejarás de molestarme ahora?- dijo finalmente para que dejará de hacerle más preguntas.

Quería saber que hablaba con mi hermana, no sabía nada de ella desde hace tiempo, la extrañaba demasiado, la última ves que la había visto fue antes de que se marchara para irse a la Universidad hace 2 años aproximadamente, las cosas cambiaron mucho desde que ella se fue, mi madre por ejemplo, quien había adoptado una actitud fría y distante conmigo, aún recuerdo cuando los tres formábamos una familia feliz, podía jurar que éramos los más felices de todos, pero ahora solo eran recuerdos, sin duda, recuerdos que vivirían en mi para toda la vida.

Asintiendo a lo que mi madre me había dicho, me dirigí a mi habitación y me dispuse a estar encerrado por el resto del día para no molestarla más, me coloqué los auriculares tratando de olvidar lo que había pasado hace unos instantes, en ese momento varias preguntas empezaron a formularse en mi mente, tenía que saber que hablaba mi madre con Esmeralda, ¿quizás vendría de visita? o tal ves ¿había ocurrido algo malo?, no lo sabía, así que dejé de martirizarme por unos instantes mientras trataba de analizar mejor las cosas, pero en ese momento empecé a quedarme profundamente dormido.

(...)

Al día siguiente desperté con muy pocas ganas de hacerlo, traté de levantarme de mi recámara, una ves hecho esto me dirigí al baño para lavarme la cara con agua fría, al salir pude escuchar a mi madre hablar con alguien de nuevo, aunque esta ves no era por el teléfono, la persona estaba en mi casa, platicando con mi madre quien parecía estar feliz con la visita ya que reía a cada momento, no puede ser, era Esmeralda, mi hermana, estaba en casa.

Bajé lo más rápido que pude, efectivamente al llegar a la sala pude ver a Esmeralda hablando con mi mamá, corrí a saludarla y a darle un fuerte abrazo, por todo el tiempo que no había estado con ella.

-¡Esmeralda!, hermana, te extrañe demasiado- dije mientras seguía abrazándola.

-Uh, yo te extrañe más Sebastian, no sabes la falta que me hacía verlos- dijo cariñosamente

Esmeralda era una persona muy cariñosa y alegre conmigo, siempre me lo demostraba, sin duda la hermana más aplicada y agradable que alguien podía tener, por eso mi madre la amaba tanto, al igual que yo.

-Sebastian, hijo mío, que bueno que estés aquí con nosotras- dijo mi madre con un tono agradable.

Como era de imaginarse parecía tratarme bien ya que mi hermana se encontraba con nosotros, ella aún no sabía cómo se comportaba mi madre conmigo ahora, no había tenido la oportunidad para contárselo.

-Gracias madre, lo mismo digo- respondí.

Estuvimos platicando prácticamente todo el día, teníamos mucho de que hablar, no puedo negar que estaba demasiado contento de que Esmeralda estuviera aquí, no quería que se fuera de nuevo, pero quien era yo para impedírselo, dejé de pensar en eso y seguir pasandola bien, hasta que tuve que retirarme a mi habitación, tenía varias cosas que hacer así que deje a mi hermana y a mi madre a solas para que pudieran convivir más a gusto y platicar sobre muchas cosas.
...

Entré a mi habitación y me perdí en mi propio mundo, mi habitación era lo más sagrado para mi, era por así decirlo como mi propio santuario, nadie podía estar en el más que yo.

All About MeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora