Prólogo

32 13 2
                                    

No entiendo como llegue a esto, no entiendo como un día estoy sentada en mi universidad quejándome de las clases y al otro estoy en los pies del hijo de Lucifer saciando su necesidades de lujuria, el quejarme de las horas extras de trabajo, ahora parecen insignificantes.

Ni creas que te pondré el juego fácil Draven, podré ser tu presa, podré estar encadenada y no volver a ver el cielo azul, pero algo sé, las palabras que me dio mi madre antes de morir, siempre las he tenido presente: "no te rindas sin dar batalla", y yo seré tu batalla mas difícil.

La presa de DravenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora