Capítulo 18

44 8 2
                                    

"EL MONSTRUO MÁS FUERTE NACE DE LA PERSONA MÁS DÉBIL...EL DEMONIO MÁS CRUEL, NACE DEL ÁNGEL MÁS BONDADOSO...LA SOMBRA MÁS OSCURA, NACE DE LA LUZ MÁS BRILLANTE" -

Narrateur Anonyme

Bienvenidos al club de las rosas.

¿No se esperaban que narrara yo verdad...? Jajaja, bueno espero que de ahora en adelante entiendan que todo puede suceder.

¿Qué pasaría si les cuento lo qué pasó hace tres años antes de que ustedes empezaran a juzgarme o leerme?

No pido que me entiendan, no pido que se pongan en mi puto lugar porque no me interesa, no pido nada. Lo único que quiero es que la verdad se sepa, y los pecadores que andan por allí con sus vidas hipócritas y perfectas tengan lo que se merecen.

Esta es mi historia, y es la verdad que poco a poco los atormentará a todos.

.......

|| Tres años antes ||

Madrid, España

Mantenía la mirada fija en la fotografía clavada en el tablero de la pared en frente de mi, con el dardo en la mano pensando y saboreando el momento en que uno de estos llegará a clavarse en la cabeza de aquellos.

Mis ojos se posaron detenidamente en las dos personas de la fotografía, y podía imaginarme claramente la manera más tortuosa en la que comenzaría a quitarles la vida.

—Veamos con quien empezaré este dulce juego de torturas...—susurré para mi mientras lanzaba el dardo a uno de los objetivos sin mirar donde caía aquel.

Una vez observando a mi primer blanco, no podía contener mi sonrisa pues, mi mente también quería que fuera esa persona.

—Ezra Cass.

Camine hasta allá, tome el dardo y la fotografía en mis manos, paseando mis dedos por ella. Espere muchos años por esto, cada una de las cosas que he hecho en mi vida han sido únicamente para este momento.

—¡Ahí estas! —la puerta se abrió de golpe, dejando en la habitación al imbecil junto con un recién nacido en sus brazos —¿Solo te quedarás ahí de pie? ¡¿Maldita sea no piensas ayudarme?!

—Vamos Edward te comportas como un puto crío.

Me acerqué a el arrebatándole al niño de sus brazos, al observarlo tenía claramente los ojos de su padre, y el cabello del color de su madre, el carácter podría ser de cualquiera porque se nota que no piensa callarse con nada del mundo.

Lo deposite en la cama a mi lado aún llorando, mientras buscaba la fórmula que tenía en la mochila con lo que él necesitaba estos primeros meses.

—¡Que se calle de una maldita vez!

—Es un bebé es normal que llore, ¿cual es tu puta excusa?

Lo mire de mala gana, mientras le preparaba la fórmula al niño.

—¡A callar maldita sea!

El pequeño lloraba con más fuerza, cosa que a mi no me molestaba pues me había acostumbrado toda mi vida a estar junto a niños pequeños.

—¡Si no te callas te callaré de un solo...!

—Atrévete a golpearlo y verás cómo está bala se clava en tu puta cabeza —amenace quedando enfrente de él con el arma apuntando a su entre cejo.

—No tienes las agallas. —me enfrento.

—Sería divertido estrenar mi nuevo juguetito —señale mi arma —Mmm un cuerpo más un cuerpo menos, no veo la diferencia. A fin de cuentas no tengo remordimientos.

MI PECADO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora