Capítulo 25

37 4 2
                                    

Kilian

Si pensamos bien todo fue una puta trampa.

No por parte de los primeros involucrados en lo que fue este día de eso estoy seguro, pero si se quien fue capaz de provocar todo esto para tener todo a su favor.

El día comenzó normal, bueno si a eso podemos llamar normal al hecho de que con mi hermano ignoráramos a las mujeres que nos han hecho experimentar sentimientos honestos hacia alguien por primera vez... si, es otro puto día gris para nosotros, solo que, a diferencia de aquellos, este si nos duele.

No me gusta ser así con ella, no me gusta el hecho de ignorarla, pero al recordar nuestra discusión de anoche, mis acciones hablan por mí mismo.

Tampoco quiero que las cosas se queden así cuando ella se vaya, no lo soportaría. Se supone que somos adultos, y no deberíamos pelear por cosas insignificantes. Quiero arreglarlo, ir de apoco como ella quiere, quiero que seamos felices, quiero ser feliz, y ella me hace feliz.

- Tienes el poder, lo sabes...

Me doblegas y cautivas,

Tu mirada en la mía, es mi fantasía favorita...

Cantaba la letra que tenía rondando por mi cabeza las últimas semanas, hace tiempo no tenía la inspiración para escribir una nueva canción, el hecho de que me guste más esta es porque es personal...

Es suya.

- Listo... - daba un último toque a la melodía con mi guitarra. – Esta lista.

Anote los acordes finales, y mi corazón latía a mil. Estaba ansioso por mostrarle lo que estuve escribiendo para ella, lo que en realidad siento y no soy capaz de decirle.

Tampoco espero que con esto vaya a perdonarme, yo no lo haría. Se necesita más que te escriban una canción para eso, y si tengo que contarle algunas cosas de mi pasado, lo haré. Claro no todo ahora, pero con que empiece por el principio por ahora creo que será suficiente.

- Amarte es mi pecado.

Titule la canción.

Le queda como anillo al dedo pues, el simple hecho de querer estar con ella hace que todo en mi se descoloque. Cuando su mirada se clava en la mía, mi cuerpo entero arde, arde por ella, y quiere más, aunque yo sepa que esto nos destruirá tarde o temprano.

El tono de llamada de mi celular me distrajo, dejé mi cuaderno en la mesa de al frente del sillón de mi habitación y conteste.

- ¿A que debo el placer de tu llamada, Lux?

Música se escuchaba detrás, junto con el bullicio de las personas.

- Hola para ti también, Kilian.

- Sabes estoy muy ocupado como para escuchar tu modo sarcástico, si no tienes nada importante para decir mejor voy...

- No, por favor no cuelgues.

- Pues habla que no tengo toda la noche.

Y es verdad, en unas horas le prometí a Claire ir a ver las luciérnagas que solían salir por estas fechas. No me lo quiero perder porque sé que invito a Alina, me conviene ir.

- ¿Es Kilian...? - gritó una voz mi nombre. -¡Dile que traiga su culito aquí tenemos que celebrar!

- ¿Lux?, ¿que está pasando?

- Es de eso sobre lo que quería hablarte, debes venir urgentemente al Caribean. Daren... no está en sus casillas.

- ¿Quieres que vaya a esta hora a un bar?, por favor Lux, además de que te sorprende, Daren nunca está en sus casillas.

MI PECADO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora