Capítulo 5

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Alina

—¿Alina?

¿Eh?

—¡Mierda Ali despierta!

Alguien me sacudía sin parar, mi cuerpo me dolía, y mi cabeza ni hablar, sentía como si me estuvieran clavando mil cuchillos a la vez. Trate de abrir mis ojos, pero la luz del cuarto comenzaba a molestarme.

—¿Ali que haces en el suelo?

Al abrir mis ojos vi a mi hermano Azail, estaba con ropa deportiva y con una botella de agua a su lado.

—¿Qué? ¿Qué paso? —le pregunte mientras me ayudaba a levantarme.

—Iba a salir a correr, pero antes quería pasar a ver si estabas despierta, ayer no pude verte con lo del accidente. Toqué la puerta y no respondías, cuando entre te vi en el suelo,— me explicaba— y Ali...

—¿Qué Azail?

—¿Por qué te corre sangre de la cabeza?

¡¿Qué mierda?!

¡Hermana una excusa ahora o nos descubren!

—No...no lo sé, no recuerdo nada.

—Ali no es normal, dime que sucedió.

........................

("— Escuche por ahí que a la pequeña rosa no le gusta mucho nadar...

—Suéltame por favor...

No lo creo Alina.

—¿Qué quieres?, ¿Quieres dinero?

Eres tan estúpida, por eso te caíste a la piscina cuando eras pequeña y por eso la pequeña rosa le tiene miedo al agua ohhhh.

—¡¿Cómo mierda sabes eso?!

—Te conozco más de lo que piensas Alina, pero tú no me conoces a mí, o ¿tal vez sí?

—Dime que mierda quieres—intente levantarme, pero puso más resistencia.

Ya te lo dije antes... que pagues por todos tus pecados - se acercó a mi oído - Y si dices algo, si le dices algo a tus padres o a quién sea sobre esto.

–¿Qué?, ¿Qué pasará si digo algo?

Tu familia, en especial tu hermanito pagará las consecuencias.

—¡No!—quise intentar levantarme otra vez, pero fue inútil —¡Con Ángel no te metas imbécil!

Ya sabes querida, hablas y tu familia, en especial tu hermanito pagará y bueno, ¿No queremos que a un angelito como él le pase algo malo no?

—Si te atreves a hacerle algo te voy a... —me interrumpió.

¿Qué Alina?, no tienes ni la fuerza para hacerle algo a una mosca y piensas en hacerme daño a mi ja ja ja.

—¡Eres un maldito enfermo! O ¡Maldita enferma, ¡Lo que sea!

Claro que no... ¿Quieres saber quién soy en realidad?

—¿Quién eres?

Lo sabrás, en su debido momento...¿Qué carajo?Ya nos volveremos a ver pequeña rosa, recuerda yo estoy en todos lados, pero por ahora tu no dirás nada Alina.

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