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Ambos chicos se encontraban acostados en el leve césped del gran patio del instituto, compartiendo memorias entre fuertes carcajadas

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Ambos chicos se encontraban acostados en el leve césped del gran patio del instituto, compartiendo memorias entre fuertes carcajadas.

—En serio hyung, pudo simplemente llamarme y así se hubiera ahorrado ese golpe —murmuró el de cabellos claros cuando se recuperó de las risas.

—Estaba lloviendo y tú no abrías la puerta, no tuve opción —respondió el mayor observando al contrario, quien mantenía sus ojos cerrados sintiendo la suave brisa en su rostro.

Ambos reían al recordar aquella tarde en la que el cielo parecía querer inundar la tierra, pues la lluvia caía a cataratas, y a cierto peliazul no se le ocurrió mejor idea que ir a visitar a su menor.

Terminando afuera de la casa del rubio todo empapado y temblando del frío, simplemente porque alguien tenía ese día el sueño pesado. Recurriendo a lo que mejor pudo idear, rodeó la casa hasta encontrar la ventana de la cocina, que casualmente estaba abierta, y entró por ella. Por desgracia terminó resbalando a causa del agua que estaba en su ropa y cayendo abruptamente, despertando al menor y recibiendo un sartenazo por parte de este al pensar que era un ladrón.

Al tocar la campana volvieron a clases aún entre risas leves y miradas discretas.


Las gotas de lluvia impactaban fuertemente contra el pavimento, enrollado en frazadas se encontraba, observando por su ventana las gotas caer mientras tomaba de su ya frecuente vaso de leche, el de cabellos rubios acostumbrado a su insomnio

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Las gotas de lluvia impactaban fuertemente contra el pavimento, enrollado en frazadas se encontraba, observando por su ventana las gotas caer mientras tomaba de su ya frecuente vaso de leche, el de cabellos rubios acostumbrado a su insomnio.

Las 3:45 de la madrugada marcaba su reloj, mientras suspiraba cansado de no poder cerrar sus ojos. Recordó aquella mañana, a esa adorable y encantadora risa de su mayor, sonriendo también sin poder evitarlo.

Suspirando, se acercó a su escritorio, sacando una pequeña hoja y buscando su lápiz para volver a escribir.


Algo que no podría olvidar fácilmente es tu risa, tan agradable y bonita; podría escucharla todo el día y no me aburriría, nunca lo haría


Pensar en su mayor siempre lo calmaba, por más raro que fuese. Escuchando el arrullo de la lluvia se durmió, pensando en una bonita risa y una cálida sensación, suspirando entre sueños con una sonrisa grabada en sus esponjosos labios.

 Escuchando el arrullo de la lluvia se durmió, pensando en una bonita risa y una cálida sensación, suspirando entre sueños con una sonrisa grabada en sus esponjosos labios

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❛ Insomnia ❜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora