3. ¿Un amigo?

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Jiang Cheng se despertó por el ruido de afuera, eran las 5:15am. La práctica de la secta de GusuLan era dormirse a las 9pm y despertarse a las 5:00am, para iniciar su día y ya estar trabajando en lo que les tocaba hacer en el día aprox. a las 5:15am.

El sonido no era tan fuerte, apenas se escuchaba, pero jiang Wanyin siempre, desde que tenía memoria, tenía el sueño ligero, incluso la brisa del viento podría despertarlo.

Abrió sus ojos, seguían hinchados por haber llorado hasta quedarse dormido, la noche anterior. Se levantó sin ánimos ni fuerzas, se dirigió detrás del bambú dónde había un balde con agua para limpiarse, se mojo la cara para calmar la hinchazón de sus párpados y terminar de despertarse.

Abrió uno de los cajones, dónde se encontraba la túnica que tenía que usar mientras estuviera en Gusu, era muy parecida a la de los discípulos a excepción de unos cuantos detalles como que el cinturón era gris, en vez de azul.

Puso la ropa sobre la cama y se le quedó viendo, lágrimas empezaron a escapar de sus ojos. No había estado pensando, pero cuando vió la vestimenta blanca, cayó en cuenta que ya no estaba más en Yummeng y no solo eso, también le recordó que tenía que empezar otro día, poniéndose en la cara, una sonrisa que detestaba.

Se comenzó a vestir y arreglar, el dolor dentro de él no lo dejaba ni respirar, las lágrimas seguían derramándose.
La sensación de seguir vivo y no tener la voluntad ni motivación de hacer nada lo arbumaba. Ya no quería vivir de esa manera, estaba cansado de la misma rutina y de fingir que todo estaba bien.
Ya no quería seguir. Y sin más, estaba teniendo un ataque de ansiedad.

No podía respirar, su corazón latía demasiado rápido, su estómago se empezó a revolver y tenía náuseas, se tuvo que sentar en el suelo porque sus piernas no dejaban de temblar. Tenía la sensación de estar en peligro, de tener que huir.

Los pensamientos se iban acumulando de nuevo, se repetían una y otra vez las ideas irracionales:

Este día iba a ser igual que los anteriores, ya no podía seguir soportando esto, estaba cansado, no era justo que todos los demás estuvieran bien y él no, ¿por qué no podía sentirse igual de bien y feliz? Algo había mal en él, a lo mejor su padre tenía razón y no era lo suficientemente fuerte siquiera para vivir...

Pero después de algunos gritos ahogados y unas cuantas lágrimas más, su mente se desconecto del mundo, ayudándolo de esta manera a continuar con el resto del día.
Una estrategia muy útil, que aprendió desde muy chico, para seguir sobreviviendo.


Después de secarse la cara y en modo automático, salió de su habitación para dirigirse a la habitación de su hermano. Sabía perfectamente que él no se iba a despertar por si solo a estás horas.

*-♡-*

Jiang Wanyin ni siquiera se molestó en tocar la puerta antes de abrirla, era consciente que nadie le respondería.

Entró y lo primero que vió fue un desastre en la habitación. ¿Cómo era posible que en menos de 10hrs había dejado así de desordenado?. Ropa tirada por todos lados junto con  envolturas de comida.

Era algo típico de Wei Wuxian, entonces ignorando todo volteó hacia la cama y encontró al susodicho durmiendo como un oso en hibernación.
Se acercó, y con sus dos manos agarrando los hombros del jóven, sacudió con fuerza pero parecía no querer despertar.

Entonces, sin querer perder más tiempo, agarro el vaso de agua que tenía a lado y se lo tiró en la cara.

-Dios santo -grito Wei Ying, casi sin aliento.

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