Bakugou iba abriendo sus ojos encontrándose a la castaña durmiendo cómoda. Acaricia su mejilla recordando todo lo que había pasado.
- No se que me hiciste, pero no quiero separarme jamás de ti. -susurra.
Se levanta de la cama con cuidado y se viste incómodo ya que su vestimenta estaba pegajosa. Pasa sus dedos por su cabellera tratando de acomodársela.
- ¿Bakugou?
Da la media vuelta y ve a la castaña palpando la cama en buscándolo, se sienta en el borde tocando su mano.
- Estoy aquí.
Uraraka abre un ojo y lo encuentra vestido. Se sienta en la cama con pereza. Bosteza.
- ¿Te estabas yendo? ¿Me ibas a dejar sola? -hace puchero.
Ochako aún estaba somnolienta y no estaba consiente pero aún así era tierno escucharla.
- No, claro que no...
Ella sonríe con los ojos cerrados.
- Te he dicho que no sonrías.
- Lo sé, mi sonrisa te enamora.
- No seas tonta cara redonda. -toca con un dedo su frente.
- ¿Ya no soy cara de ángel?
- Eres muchas cosas.
Uraraka ríe y estira sus brazos liberando otro bostezo más. Se sienta en el borde al lado de él y deja caer su cabeza en su hombro.
- Estoy muy cansada.
- Tienes que entrenar más duro si planeas ser heroina.
- ¿Sigo entrenando contigo entonces? -se separa y lo mira.
- No seas malpensada, yo decía hacer ejercicio.
- Pero uno puede hacerlo mientras tienen relaciones.
Pone toda su mano en la cara de ella y la aparta.
- Atrevida.
- Mira quien lo dice.
Se levanta de la cama cubierta por su sábana con sueño y se dirige al armario buscando ropa.
- ¿No te duele nada?
Da la media vuelta con una remera ancha entre las manos y la coloca sobre una silla tendiéndola.
- No, no me duele nada. Estoy bien.
Nuevamente busca en su armario. Bakugou la observa de pies a cabeza imaginando su silueta debajo de esa sábana. Aparta la mirada. Uraraka se viste, agarra un peine y empieza a cepillar su cabellera alborotada.
- Como nueva.
Bakugou no desprendía su mirada de ella, pensaba en esa castaña que fue suya, pero ahora no sabía que pasaría. Ochako entreabre su boca confundida por su mirada.
- ¿Todo está bien?
- Siéntate. -palpa el colchón.
Ella hace caso. Bakugou suspira.
- ¿Te arrepientes de darme tu virginidad?
- Mmm... -finge pensar alterando al rubio, ríe- No, claro que no.
- Es que no entiendo por qué me la has dado. Me consume un poco. -frunce su ceño frustrado- Si otro hubiera estado en la cocina, ¿hubiera pasado lo mismo?
- No lo creo. -la mira- Esto que siento me dice que no hubiera pasado con otro chico.
- ¿Y qué es lo que sientes?
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Cocina || Kacchako
FanfictionSolo quería hacer el maldito desayuno en paz, mis intenciones no era explorarte con ese suave sabor a vainilla, fresa y crema por todo tu cuerpo ni mucho menos reconocer que aceleras mi corazón de una manera increíble. Maldita cara de ángel.