JUNTO A TI

Capítulo 18

Marcela estaba que echaba, chispas una vez más le decía que no sentía nada por ella, si no que cada vez reflejaba más el odio que sentía por ella y al parecer ya ni siquiera le importaba guardar las apariencias, iba a contestar cuando escucho la voz de Hugo

H: Si Cata no se hace cargo del lanzamiento, no habrá colección, que eso les quede claro

MV: ¿De qué estás hablando? Tú no puedes hacer eso -molesta-

H: Mira solo te voy a decir que mi prestigio está en juego y yo no me voy a arriesgar a que por tus pataletas eso me arruine mi carrera, así que ustedes verán lo que hacen

MV: Tú no puedes imponernos nada, eso no te lo voy a permitir

H: Veo que cada día que pasa sacas a relucir, tú verdadero ser, pero yo no soy Armando que se deja manipular. Armando tú verás cómo lo haces, pero quiero a Cata a cargo de todo, sino no hay colección, ¿Soy claro?

A: Veré lo que puedo hacer y te aviso...

H: Bien me voy a mi taller, aun me quedan cosas por terminar

Y salió de allí, no lo quería ver, pero su amiga estaba cambiando ¿O siempre fue así y nunca se había dado cuenta? Pero como había dicho él no iba a arriesgar su carrera por ella ni por nadie, bastante le había costado llegar hasta donde estaba en esos momentos

En la sala de juntas se hizo el silencio y cuando Marcela iba a hablar se dio cuenta que Armando ya salía rumbo a su oficina. Pero a la salida trataría de convencerlo de que la acompañara a su apartamento a ver si lograba que le hiciera el amor

Armando en su oficina llamo a Cata, para tratar de convencerla que les realizara el lanzamiento y también le explico que Hugo los había amenazado con no presentar la colección si no se hacía cargo ella de todo. Por lo que termino aceptando, pero bajo la condición que se entendería solo con Hugo y él, no le interesaba saber la opinión de nadie más. A lo que acepto de inmediato quedando de acuerdo que se verían en el taller de Hugo

Cuando el reloj marco las seis de la tarde él se dispuso a apagar todo y tomando sus cosas salió rumbo al elevador. Iría a su apartamento a cambiarse ya que vería a Betty y quería estar muy guapo para la ocasión, en esos pensamientos estaba cuando una melosa Marcela se acercó a él e hizo la intensión de tomarlo del brazo a lo que él solo se soltó con brusquedad, haciendo que a ella le hirviera la sangre

MV: ¿Y ahora ni siquiera te puedo tomar del brazo?

A: No, porque tú solo contacto me genera rechazo

MV: -mordiéndose los labios- ¿Quería ver si vas a mi apartamento?

A: ¿Y cómo para qué? -aunque sabia la respuesta-

MV: No sé, podríamos comer rico y después podríamos hacer el amor, sabes te he extrañado tanto, mi piel solo pide tus caricias

A: Jajajaja ni que estuviera loco

MV: Nos vamos a casar es lo más normal que hagamos el amor ¿No te parece?

A: Pues no, no me parece, más siendo que a la única mujer que deseo hacerle el amor, por tú culpa está alejada de mí

MV: ¿Esa mujerzuela?

A: ¡TE HE DICHO MIL VECES QUE NO LA LLAMES ASÍ, PUDRETE!

Las secretarias que aún estaban allí dieron un respingo ante el grito de él y vieron que se montaba al elevador y como ella hizo el intento de entrar pero, Armando casi la empujo fuera no permitiéndole la entrada. Se quedaron sorprendidas ¿Y ellos se iban a casar? Pues se notaba que amor no había. Marcela se giró y con cara de odio se les quedo mirando y ellas solo supieron agachar la cabeza, claro que con una pequeña sonrisa en los labios