Ƒιre ιɴ нιѕ ғιɴɢerтιpѕ - pjм

•章• 40

...Si la ves grande, no te asustes... Si te la arriman, no digas nada... Si te la meten, solo respira y deja que acabe dentro... Si te duele, cierra los ojos... 

Las pasiones son como los vientos, que son necesarios para dar movimiento a todo, aunque a menudo sean causa de huracanes. Ese momento lo estaban viviendo este par de amantes en donde derrochaban pasión y lujuria, quienes los azulejos del baño serían testigos del desenfrenado delirio donde ninguno se rendiría ante ello.

MMM...

Los digitales del adonis seguían con su labor frotando las aréolas y pezones de la mujer donde su cuerpo se estremecía con cada roce de pieles.

MGH!

Las aguas calientes ayudaban en la fricción de los pezones donde estos fueron sumergidos dejándolos erectos en demasía.

-No...! -gimió sujetándose del brazo del hombre -no puedo...! ah! espera...

-vamos, esta es nuestra oportunidad, nos bañaremos juntos -dando ligeros besos por su oído 

-¡no! por... que... -encogió sus piernas cuando sus pezones ahora estaban siendo estirados -me estás haciendo esto...!

MM...!

...Mi quejidos... están atacando por salir...

-¿No me dejaras escuchar tu linda voz? -mordió su lóbulo de la oreja mientras que sus manos amasaban los pechos

-mm... -cubrió su boca con el dorso de su mano -¿por qué lo haría...!?

-eso es porque amo tu voz, _____ -respondió cerca de sus labios

-entonces, hagamos esto en la cama... -dirigió su mirada a las manos del apolíneo donde seguía presionando sus pezones rosados

-oh... no puedo hacerlo -uno de sus dorsos bajo a la intimidad de la mujercita para darle pequeños toquecitos -esperé demasiado, después de contenerme ayer -el otro dorso ejecutaba haciendo girar el pezón.

MMGH!

-Además ahora también estamos solos -repaso con sus dedos los pliegues de la fémina donde se adentraban lentamente y ésta podía sentir como el agua entraba en su interior -no hay necesidad de estar avergonzado.

MM! MMM!

-No quiero... -gimoteo quebrando su espalda -haaagh!

-déjate llevar -susurro seductoramente mientras presionaba el clítoris hinchado y un par de falanges entraban y salían con desespero de la cavidad vaginal.

MMM! AH! MMGH!

-Yo... -posó su mano en la muñeca del adonis temblorosamente -de verdad... quería que volvieras a casa tan pronto como pudieras...

-que inusual... -palpó sus labios carnosos con su pulgar -no pensé que te escucharía decir eso.

MM...

Ahora sus bocas estaban entrelazadas donde ninguno de los dos querían zafarse donde intercambiaban salivas, los falanges del gallardo penetraban con esmero mientras que su palma presionaba la vulva de la dama sin más que desear la mano de ésta lo acompañó para que recibiera una misericordiosa y deliciosa masturbación a las vez que sus pezones eran sumergidos por la tibia agua.