Y aquí estoy. Estoy conduciendo hacia la dirección que Jungkook me dio.
Es domingo por la mañana, las calles se ven un poco vacías, aún es temprano.
Es raro que esté haciendo esto. Desde que entre a la universidad era Minjae el que siempre me llevaba a la escuela, y ahora qué no lo tengo a él he optado por tomar el transporte público, pero ahora estoy conduciendo de nuevo debido a que de esta manera no tendré que tomar dos autobuses distintos para llegar a mi destino.
Me detengo frente a un edificio ubicado al norte de la ciudad, las calles de por aquí lucen tranquilas, no son tan bonitas como mi vecindario pero no están nada mal, de hecho el edificio luce muy moderno, supongo que es relativamente nuevo.
Estaciono el auto en una zona en donde estoy seguro que está permitido hacerlo, no quiero llevarme una infracción a casa. Salgo del auto, me paro en frente y marco al número que Jungkook me dió.
—¿Hola?
—Soy yo, Taehyung, ya estoy afuera de donde me dijiste
—Oh, genial, espérame ahí, bajo en un momento.
No tengo que esperar tanto tiempo ya que en menos de dos minutos Jungkook está parado frente a mí sonriendo como saludo.
— No te quedes ahí parado, entra, hay mucho que hacer.
Jungkook me conduce al interior de aquel edificio. Una vez que estamos en el elevador siento un aire de incomodidad, tengo ganas de romper el hielo así que miro a Jungkook pero antes de comenzar a hablar el timbre del elevador me interrumpe indicando que hemos llegado a nuestro destino.
—Ven
No me queda más de otra que seguirlo, nos detenemos frente a una puerta y la abre. Entro a paso lento y miro el interior, está bastante limpio para mi sorpresa. Cuando yo iba a clases de dibujo solía dejar todo desordenado, así que creí que el departamento de un chico dedicado al Arte estaría mucho peor.
—¿Y que se supone que debo hacer?—Digo aún dudoso
— Ya te he dicho, posar.
—No sé cómo hacerlo, lo siento no tengo nada de experiencia con esto.
Jungkook me mira por un momento pero luego habla.
—No te preocupes, solo tienes que hacer lo que te diga, es sencillo.
—ehhh.. ¿si?
Supongo que mi cara de inseguridad le indica que hablo en serio cuando digo que no se hacerlo.
— Solo te vas a quedar en una posición por un rato, ven por aquí.
Jungkook me dirige a lo que supongo que es su habitación. Es sencilla, hay una cama y un escritorio, es totalmente blanca a excepción de unos cuadros que adornan la pared.
—Espera un momento, voy por las cosas— Me dice Jungkook mientras sale de la habitación y me quedo solo.
Miro los cuadros que están en la pared, son muy bonitos, lucen demasiado armoniosos, son de esas imágenes que te inspiran a querer estar dentro de ellas.
—¿Te gustan? —La voz de Jungkook me sacan de mi pequeño trance.
No me había percatado de que Jungkook había regresado a la habitación con pinturas y un caballete.
—Si...son muy hermosos—Jungkook sonríe ante mi respuesta—¿Tú los hiciste?
—Si, es bueno saber que te gustaron, trataré de hacerlo aun mejor contigo.
