Hoy el día está de locos, hace apenas unas horas el sol estaba a todo lo que da, pero ahora el cielo está gris y hay demasiado aire.
Creo que debí traer el auto, estoy seguro de que el aguacero caerá en cualquier momento, no creo poder alcanzar a llegar a la estación de trenes o a la parada del autobús.
Me estoy debatiendo a mí mismo si debo correr ahora o entrar de nuevo al edificio de la universidad para no mojarme, pero el auto gris de Minjae no me deja pasar, este baja la ventanilla y habla.
—Tae, sube, te llevo a casa.
—Ni aunque fuese un huracán lo que estuviese por venir iría de nuevo contigo en tu auto.
Y como si no pudiese tener peor suerte una gota cae sobre mi cara deslizándose hasta perderse entre la comisura de mis labios seguida de otras más que ahora caen de prisa sobre cabeza.
Sabía que comenzaría a llover pero ,¿por qué ha tenido que ser en este momento?
¿Dios qué he hecho hoy para merecer esto?
—Tae sube, te estás mojando, vas a enfermarte.
—Podría no estarme mojando ahora si no fuera porque un tonto me tapó el paso, Minjae. — Lo fulmino con la mirada.
Ya no tiene sentido que corra para resguardarme, sé que en unos cuantos segundos más estaré totalmente empapado. Le hecho una última mirada de molestia a Minjae pero él ahora no está mirándome, de hecho está mirando algo detrás de mí. Veo como rueda los ojos.
De repente como si el cielo hubiese escuchado mis quejas de la vida ha dejado de caer agua sobre mí cuerpo, pero no ha parado de llover, que raro ¿no?, el auto de Minjae aún está recibiendo las gotas que caen rápidamente del cielo, así que miro hacia arriba para ver lo que sucede.
Una sombrilla, una sombrilla que obviamente no es mía está cubriéndome.
— Te dije que lo dejaras en paz.
Sé que esto es totalmente falso, pero escuchar aquellas palabras dichas por Jungkook es realmente genial y más por que Minjae ha puesto una cara...
Me siento en una película adolescente. Jungkook pasa uno de sus brazos alrededor de mi cintura y me pega a su cuerpo.
Minjae me hecha una última mirada para después mirar con odió a Jungkook. En cuestión de segundos el motor del auto ruge y las llantas aceleran para al final perderse por la salida del estacionamiento de la universidad, seguido de algunas miradas de curiosidad de los alumnos que pasaban por ahí.
Minjae realmente está enojado, nunca lo había visto conducir de esa manera, pero no me importa ahora.
Jungkook no ha soltado el agarré de mi cintura y yo no me he alejado de él tampoco, las miradas que antes habían seguido el auto de Minjae ahora están sobre nosotros, muchos de los que están en la puerta de la universidad protegiéndose de la lluvia también nos miran.
Creo que hemos protagonizado una pequeña discusión que ha resultado muy curioso para algunos.
Lentamente me separo de Jungkook para mirarlo, está muy cerca de mí, de esa manera ninguno se moja, así que solo logro girarme ligeramente para mirarlo a los ojos.
—Creí que me habías dicho que ya no te molestaba.— parece que no solo Minjae está enfadado hoy.
—Yo también pensé eso— digo mientras lucho para no bajar mi mirada hacía sus labios.
