Almohada

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🍂 Cover hecho por: Mi Sobrino Memo

🍂 Canción Original hecha por: José José

🍂 Rapllino

Raptor y Trollino eran una gran pareja. Era de esa clase de pareja que era realmente envidiable, se conocían demasiado, se apoyaban y lo daban todo por el otro.

[...]

Javier después de una larga jornada de trabajo regresaba a su hogar, dejó su abrigo en el sofá y las llaves del auto y la casa en el comedor. No tenía mucha hambre por lo que fue directo a la habitación, allí se acostó abrazando a su acompañante quien ante el tacto no se movió ni un centímetro.

[...]

La mañana llegó y Trollino vio que lo que había abrazado toda la noche era una fría almohada, almohada que le pertenecía a su ex pareja. La perfecta relación que tenía con Ari llegó a su punto de quiebre una tarde de invierno, el azabache nunca entendió por qué Ari terminó con él por lo que desde ese día vivió aferrado al dulce recuerdo que tenía de él. Lo recordaba en los desayunos cuando Raptor le daba los buenos días junto a una taza de café tal y como a él le gustaba; lo recordaba cuando llovía pues el chico siempre procuró recordarle que debía llevar una bufanda para evitar resfriarse; lo recordaba cuando llegaba de su agotador trabajo, su ex pareja siempre lo esperaba hasta bastante tarde, cuando llegaba lo recibía con un tierno beso y calentaba su comida, veían un corto capítulo de alguna serie en la que avanzaban juntos y se iban a dormir abrazados.

Habia perdido la noción del tiempo mientras recordaba cuanto amaba al chico que se marchó por lo que cuando volvió a la realidad se dio cuenta de que no tenía tiempo para andar en sus pensamientos.

[...]

Ya estaba de camino a la oficina donde trabajaba; en su auto quiso despejar su mente con música cosa que fue un error, en la radio empezó a sonar una canción que al chico le encantaba, siempre que iban en el auto y sonaba él se ponía a cantar con una linda sonrisa sobre su rostro, en ese instante la amarga tristeza inundó su alma una vez más.

[...]

-Javier ¿Está todo bien?- le preguntó el castaño que estaba sentado frente a él.

Javier con una suave sonrisa respondió que todo iba perfecto y vio como su amigo le regresó la sonrisa y siguió con su charla

El azabache estaba, junto a un compañero del trabajo, almorzando en una restaurante cercano a su oficina. Ese restaurante para Trollino era demasiado especial pues aquí fue donde conoció a Ari, aquí solían comer a menudo y aquí fue donde se le declaró.

-Aún lo extrañas ¿Verdad?- le dijo de repente, aquellas palabras lo pusieron sentimental.

-Te odio, Miguel ¿Por qué me conoces tan bien?.

-Por algo somos mejores amigos. Sabes, deberíamos dejar de venir a este lugar, no es sano.

Javier tenía que admitir que Miguel tenía razón, le dolía un montón pisar este lugar, no podía evitar recordar la sonrisa de su ex, los momentos calmados que había en medio de la comida, las caras que ponía cuando había algo que le desagradaba. No podía evitar pensar en Ari.

-¿Qué tal si mañana vamos al restaurante de la otra cuadra? Dicen que es muy bueno- insistió el castaño.

Javier en estos momentos se negaba a dejar ir lo único que tenía de él, el venir todos los días a sentarse en este lugar le daba la sensación de que en algún momento iba a aparecer por la entrada aquel chico de brillante sonrisa que amaba.

-Miguel tengo que irme... Tengo que irme.

En estos momentos no podía pensar en nada. Su mente le pedía a gritos que corriera a su habitación a abrazar con tristeza la única cosa que Ari no se llevó cuando se fue y así lo hizo. Volvió a su casa conduciendo como un maldito psicópata, sintiendo aquello que lo afligia se volvía cada vez más intenso, y como si el destino le quisiera jugar una mala broma, por una de las aceras cerca de su casa, apareció su amado caminando con uno de sus amigos. En ese instante paró en seco, tenía unas inmensas ganas de gritarle que vuelva con él, que lo extrañaba demasiado, que ya no aguantaba el dolor que dejó su partida, pero sus ganas de gritarle fueron aplacadas por el nudo que se había formado en su garganta.

Sintiendose como un niño con miedo a la oscuridad sólo se limitó a verlo desde su auto, desde su auto vio como la linda sonrisa que siempre tenía aún se observaba en su rostro. Las lágrimas empezaron a resblar por sus mejillas y cuando escuchó un claxon decidió seguir con su camino.

[...]

Cuando llegó tiró todo lo que tenía en el sofá y se lanzó en su gran cama abrazando la almohada que dejó Ari.

-Aunque el olor de tu perfume ya se haya desvanecido de tu almohada siempre estarás conmigo- dijo a lo bajito -prefiero mantenerme en esta mentira en la que cada noche estás aquí acostado que la dura realidad donde no estás.

Desde ese día Javier vivió aferrado al recuerdo del dulce chico de la hermosa sonrisa.

(Nota: Maldita sea Wattpad ¿Por qué diablos no me dejas poner una estúpida canción, eh?)

ღ¸¸.✻'Reproducción aleatoria'✻.¸¸ღ [CoMPaS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora