It's okay to envy

71 7 2
                                    

🍃 Mayo

🍃 It's okay to envy- Takayan

-¡Te odio!- dijo mientras rompía con furia una foto del chico -Odio tu maldita perfección.

Él realmente odiaba a Mike porque en el fondo sentía envidia de todo lo que a sus ojos lo hacían lucir perfecto, envidiaba su facilidad para hablar, su seguridad, su rostro perfecto, su inteligencia.

-Quisiera poder ser alguien diferente...

Se odiaba, odiaba desperdiciar su vida en la nada, ser un inútil procrastinador que se la vive diciendo "mañana me esforzaré en compensación del día que me tomaré hoy", odiaba mirarse en el espejo y ver alguien descuidado, sabía bien que se descuidaba porque se odiaba, pero le era inevitable odiarse por el descuido de su imágen.

-Odio ser un desastre.

Con las lágrimas empezando a resbalar por su rostro se pegó a la pared del aula y se dejó caer lentamente. Hoy estaba aquí en su escondite secreto tras haber huido de una salida con sus amigos, una salida con él. Siempre que se sentía vulnerable o una basura venía a este lugar a desquitarse con el vacío, a este lugar venía a llorar, a gritar, a desahogarse de todo lo que no podía contarle a nadie. No es que no tuviese a nadie, es solo que había crecido reprimiendo sus problemas y ahora que era un adulto joven sentía que sus amigos cargaban lo suficiente con sus vidas como para andar molestándolos con sus estupideces; sus problemas, su dolor sólo debía ser para él. A veces cuando le preguntaban sobre algunas cosas terminaba soltando algo de su dolor, eso lo hacía sentir miserable, sentía que con cada amarga palabra arruinaba el bonito ambiente que había en el lugar y eso era lo que había pasado hoy, tras haber soltado un poco de sus cosas sintió el pánico nublar su juicio, sintió en ese instante que debía salir de ahí para dejar de arruinarlo todo, inventado una torpe excusa salió corriendo en dirección a este lugar.

-Me encantaría ser tú...

May siempre admiró como Miguel podía hablar de él, como podía expresar con confianza sus pensamientos, como podía hacer bromas, como podía socializar y como podía perdonarse a si mismo. Mayo envidiaba la plenitud de su vida.

Sentado en el suelo rodeado de colillas de cigarro, de cristales rotos y basura se sintió miserable, deseaba con fervor el poder arreglar su rota vida, el poder dejar de quejarse cuando estaban es una situación agradable, el dejar de arruinarlo todo.

-Sé que nunca lo sabrás, pero- May inhaló hondo -pese a todo, me gustas.

Sentado en el suelo siguió llorando en el lugar que alguna vez encontró entre uno de sus ataques de tristeza incontrolable, allí se resignó a que jamás iba a dejar de ser esa asquerosa basura.

ღ¸¸.✻'Reproducción aleatoria'✻.¸¸ღ [CoMPaS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora