Capítulo 6

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Peter aún seguía sintiéndose perdido y abrumado.

Razón por la que había estado evitando salir durante el resto del día. El desayuno había sido sumamente incómodo por primera vez desde que había llegado. Al menos Wade había aceptado hacia los mejores panqueques antes de huir y también encerrarse en su habitación.

Sobre la cama, miró hacia la ventana quedaba a unas escaleras de incendios oxidadas, y pensó que quizás debería irse.

Había querido besar a Wade, pero no sabía si eso era producto de la gratitud que sentía o algo más. Lógicamente sabía que no podía ser por algo más, antes no soportaba al hombre y ahora solo quería besarlo por unas palabras bonitas, no tenía sentido.

Esas fueron más que unas palabras bonitas, Parker. Se recordó a si mismo.

Suspiró confundido y dejó la cama para acercarse a la ventana, tenía la gran vista de azoteas de otros edificios. Aún así era mejor que la visita de su propio departamento. Se sentía cómodo y seguro estando en el departamento de Wade, y no era como si pudiera irse, la sola idea de salir lo llenaba de miedo. Lo cuál era ridículo y tan patético que no sabía como Deadpool no se burlaba de él y lo lanzaba a la calle.

Bueno, si sabía porque Wade nunca haría eso, su declaración de esa mañana solo le había confirmado algo que ya sabía. Wade estaba enamorado de él. ¿Eso antes lo habría hecho sentir molesto? Definitivamente no podría haberlo aceptado tan fácilmente, probablemente ni si quiera le habría importado.

Un toque en la puerta lo ayudo a distraerse, cuando abrió encontró al mercenario usando una sudadera y pans grises justo como esa mañana, máscara y guantes puestos como siempre.

—Me preguntaba si querías continuar viendo como conocí a tu madre… y pedí pizza.

Si Wade no quería hablar de eso, entonces Peter tampoco lo haría.

—Sabes que al final probablemente se quede con Robín, ¿no?

Lo vio sacudir su cabeza de un lado a otro, una gran negativa. Él iba a llevarse una gran decepción.

—Nop, no, nooo. Robín se va a quedar con Barney.

—Ah, sufrirás tanto, Wade.

Lo señaló.

—Calla, no me arruines esto.

Peter sonrió y cerró la puerta a su espalda.

—Preparé la caja de kleenex.

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Wade abrazó sus rodillas, negando con la cabeza cuando escuchó a los hijos de Ted decirle invitará a la tía Robín a salir.

Tomó el control de la mesilla y apagó la televisión.

—Oye —se quejó Peter—, estaba viendo eso.

—Ya habías visto el final —acusó.

—Por supuesto que no, pero era bastante obvio, Wade. Robín no iba a durar con Barney, me sorprende los escritores los hayan hecho durar tres años. Pero me gusta que haya tenido una hija, eso fue muy tierno.

Tapó sus oídos.

—Cállate, cállate. Tenía fe en esto. La esposa de Ted era genial, no puedo creer haya muerto así. Es como si… como si solo hubiera usado a esa chica para ser padre, ¿qué nunca la amo? ¿Siempre pensó en Robín cuando estaba con ella?

—No, obviamente la amo. Pero Robín era el amor de su vida y… a veces el amor es así.

Bajó las piernas con enojo.

Un sentimiento realDonde viven las historias. Descúbrelo ahora