Mientras llega el final (Jeddy)

Capítulo 6.

Una tarde, mientras yacían en la cama de Teddy, aprovechando la ausencia de Albus y Scorpius, desnudos y entrelazados, al grado de no reconocer de quien eran las extremidades, después de un intenso manoseo y de que intercambiara mamadas, James clavo sus ojos castaños en Teddy, con una mirada que lo traspasaba de lado a lado. Las últimas luces del atardecer bailaban en sus pieles.

-Una vez te pregunte si le habías hecho una mamada a alguien-Dijo repentinamente, rompiendo el pacifico silencio. Teddy vio una diminuta arruga en su frente, que significaba que algo rondaba por su mente-. Dijiste que no. Pero nunca dijiste si habías tenido sexo con alguien.

Teddy pensó su respuesta unos segundos, incomodo. No quería mentirle a James, pero tampoco quería que se sintiera presionado por su respuesta. James aun no habia demostrado estar listo para cruzar esa línea, dejar que Teddy lo follara y Teddy estaba bien con eso, lo respetaba.

Sin embargo, no quería que James accediera a tener sexo con el por obligación o por sentirse menos. Ni siquiera sabía porque le preguntaba eso, de pronto, pero esperaba que no fuera por esas razones.

-No te mentiré-Dijo, removiéndose incomodo. James se incorporo sobre su pecho para observar mejor su rostro, oyéndolo con seriedad-. Folle con muchas mujeres desde mi adolescencia. Cuando tenía dieciséis, pase por mi peor época, sumido en la desesperación e intente olvidar lo que sentía por el único medio que se me ocurrió. La primera vez ni siquiera funciono. No fui capaz. A lo largo de los años, sin embargo, tuve sexo con varias mujeres, creyendo que quizás una de ellas me permitiría olvidar. Nunca las vi más de una vez, sin embargo.

James no respondió inmediatamente, con su mirada perdida en un punto de la pared.

- ¿Y con un hombre? ¿Has follado con un hombre?

Teddy suspiro, ligeramente avergonzado, mientras su corazón se aceleraba, esta vez desagradablemente por los nervios. ¿Y si James decidía alejarse al conocer esa parte de él? Sin embargo, tampoco se sentía capaz de mentirle.

-No negare que lo pensé. Una vez, en un bar, un desconocido me echo miradas toda la noche, de esas que dejan claras sus intenciones. Yo estaba allí el cumpleaños de una compañera de la academia, pero no me costó alejarme a escondidas de ellos y acercarme a él.

Teddy hizo una pausa, cerrando los ojos, rememorando ese día, a la vez que suspiraba profundamente. Sentía el cuerpo de James, encima del suyo, rígido.

-Sus intenciones eran obvias, así que acepte sus avances, creyendo que... que quizás lo que necesitaba era eso. Que si no habia funcionado con mujeres, era porque me atraían los hombres. Intente convencerme de que no eras tú, que simplemente debía encontrar al hombre indicado. No tardo en proponerme irnos y... no creo que quieras oír demasiados detalles, pero el punto es que... debí sospechar que no podría hacerlo, dado que sus besos eran soportables, pero... no me hacían sentir algo. Llegue a desnudarme, convenciéndome de que me atraía... pero lo cierto era que lo que más me gustaba de él, era su cabello pelirrojo. Cuando me pidió que lo follara, mire su rostro y me percate de que nunca podría hacerlo con otro hombre, porque no era tu rostro.

Teddy se atrevió a mirar a James, que lucía una expresión con un trasfondo amargo.

-No es una historia agradable, James-Susurro, quitando una de sus manos de su cintura, donde lo mantenía abrazado para acariciar su rostro-. Pero no creo que mintiéndote llegue a ninguna parte.

-Entiendo, Teddy, de verdad. Solo... es duro oírlo. Debí imaginarlo, todos estos años sin pareja, que buscarías a alguien, pero saberlo es diferente. Si querías darme celos, lo lograste.

Incrédulo, Teddy elevo una ceja.

- ¿Tu? ¿Estás celoso?

-Si, Lupin-Mascullo James, medio enfurruñado, pero sonriendo levemente-. No me gusta que todas esas mujeres te hayan puesto las manos encima.