Mírame...sentada aquí, en la más profunda oscuridad, embullida en compañía y ofuscada en soledad, sedienta de un descanso, carente de siquiera una tregua, ya ni a mis lágrimas alcanzo, y este dolor que no mengua. Cuántas horas de silencios hacen falta para sacarme la palabra, cuántas noches de tormentos, ¿cuántas más son necesarias?. Observo a mi alrededor y todo flota a superficie, no hay nada que en su dolor, pueda alcanzarme antes que me asfixie. Todos viven en su faena, bien ajeno, bien ajena, y en mi eterna cuarentena, recido sola, recido ajena. Cuánto quisiera alcanzar las estrellas, esas de sueños, esas tan bellas. Pero no hay ilusión que no ciegue ni brillo que no opaque, que venga la aflicción y la atraque, y me estanque en un simple pliegue.
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Mis silencios
PoetryVacía...tendida sobre la superficie de la nada, aquí en medio de la inexactitud y lo de falible, absorta en lo incorregible y extraviada en el recuerdo de un ayer.
