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Bueno, creo que es hora de hacerle caso a McGonagall, no pensé que iba a necesitar el diario tan pronto. Acabo de llegar aquí... Un minuto, debería poner dónde estoy. Supongo que eso se hace en los diarios.
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Está mejor, pero no me gusta ese formato. Me gustaría poder encontrar las cosas más fácilmente en este diario, pero no soy Hermione, no me salen tan bien estas cosas...
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Así me gusta mucho más. Aunque debería arreglar la R. No importa, nadie va a ver esto. Si sigo probando hasta que me salga bien, voy a gastar todas las hojas antes de comenzar. Creo que debería empezar a escribirle directamente al diario. Creo que se hace así.
Querido diario:
Llegué hace más o menos una hora a la casa de papá. Vive en un barrio muggle, no entendí bien por qué, pero él creció aquí. Me dio a entender que tenía algo que ver con su mamá, es decir, mi abuela. Si no recuerdo mal, ella era clímaga, o de familia de clímagos. No sé por qué entonces decidiría vivir en un entorno muggle. Cuando llegamos la calle estaba totalmente oscura, enfrente tenemos un edificio muy grande con chimeneas de las que no sale humo, los vidrios rotos. Todas las casas aquí tienen los vidrios rotos, las ventanas tapadas con tablones. Quizá ni siquiera sea un barrio muggle, es más bien un barrio vacío. Pero no, alguien debe haber aquí, papá dijo que la casa tiene un encantamiento para que de afuera no se vean las luces ni se oigan los sonidos del interior. Si no me equivoco estamos en el número 22. No sé igualmente de qué me serviría saberlo, tengo la impresión de que no saldré de aquí hasta volver a Hogwarts.
Ahora mismo estoy junto al fuego en el sillón, en la sala de estar pequeñita que tenemos. Hace un rato te busqué adentro de mi baúl y vi el retrato que pinté de él... Oh, todavía no me acostumbro a la idea de que se haya ido. Me vienen los recuerdos de él en el castillo. Hace tan solo un año me mandaba cartas con él en casa de Hermione y soñaba con ir al mundial de Quidditch con él.
Pero tú no me tienes miedo, diario. Contigo sí puedo hablar, porque no tienes miedo de que mi dolor pase a ser tuyo, porque no puedes sentir. No como los últimos días en Hogwarts. Nadie se acercaba a mí. De todas formas, no sé qué les hubiera dicho. No sé. Cuento contigo.
