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El ambiente dentro del estudio de Chan era pesado y sumamente caluroso, a pesar de que el aire acondicionado estuviera en el número más bajo posible las gotas gordas de sudor recorrían la frente del chico que estaba sumido entre las hojas de borradores y los aparatos electrónicos. Eran las dos de la mañana y seguía allí dentro componiendo y produciendo acompañado de una botella de agua y las luces LED multicolores del techo, ya no recordaba si había comido o se había salteado más de tres comidas.

Suspiró agotado y se recostó por completo en el respaldo de la silla que ahora parecía la cosa más cómoda que había sentido pues su espalda estaba desde hace horas pidiendo a gritos que le diera un descanso. Miró al frente en el monitor de tamaño grande y frunció el ceño al no estar convencido de la pista que había creado, la verdad era que intentó hacer una canción diferente a las que el grupo venía mostrando y no se le ocurrió nada mejor que hacer algo sensual y sexy, los resultados deberían ser satisfactorios porque sabía que definitivamente ese estilo volvería locos a sus fans y aparte sería un desafío para él. Era un gran desafío ahora que se daba cuenta porque no tenía idea de carajos estaba haciendo, tenía un par de versos escritos y unas cuantas grabaciones suyas cantando, pero nada de ello le terminaba por cerrar.

Tomó el móvil cuando la pantalla de este se iluminó avisando que un mensaje le había llegado y lo desbloqueó abriendo así el chat con Hyunjin que estaba preocupado por las altas horas en las que su líder pasaba allí adentro. "Estoy atorado con una canción" tecleó rápidamente y vio como a los segundos su compañero le respondía, el menor seguía en la sala de prácticas y le ofreció irse al departamento juntos pero esa fue una oferta que el pelinaranja tuvo que declinar porque no se iba a permitir salir de esa habitación sin haber terminado con eso. Se sorprendió cuando los mensajes dejaron de llegar y casi manda uno nuevo si no hubiera sido porque unos golpes resonaron en la puerta.

―Chan, ábreme―la voz de Hwang sonó despacio y algo agitada detrás de la madera, el mayor negando con su cabeza y sonriendo lo dejó pasar―Si no piensas irte entonces yo tampoco, me quedaré contigo hasta que termines.

Era de público conocimiento entre los miembros de que a Hyunjin le atraía Bangchan, se notaba en como su sonrisa y atención eran solamente para líder, aparte de sus acciones provocativas. No supo cuando comenzó solo que cuando se quiso dar cuenta ya quería ser atendido y consentido por el mayor, quería esos labios sobre los suyos, aquellas manos tocándole, su voz en su oído. Lo quería a él.

―¿En qué estás trabajando?―le preguntó desde el sillón negro detrás de él, pasó sus manos por la gran espalda del mayor que en esos momentos estaba cubierta por una polera sin mangas. Frotó sus pulgares por encima de los hombros en un intento de relajarlo y sonrió cuando un suspiro tembloroso salió de los labios contrarios.

―Quise intentar un estilo nuevo pero no está funcionando―la voz del pelinaranja sonó cansada y algo decepcionada, Hwang sabía que este tipo de situaciones no le hacían bien a su compañero pues solía querer trabajar duro para poder dar siempre su cien porciento―¿Quieres escuchar lo que tengo avanzado hasta ahora? No es mucho pero seguramente puedes ayudarme en algo, sueles tener buenas ideas.

Bajó la mirada al sentir al otro moverse y mirarlo de costado atentamente, ese tipo de comentarios hacían que quisiera tirarse encima de él pero no podía y necesitaba de todo su autocontrol para no hacerlo, Chan lograba hacerlo sentir querido. Asintió levemente y esperó que la voz de su líder resonara por los parlantes, después de todo no eran muchas las veces en que podía escucharlo solo a él.

«No puedo respirar sin ti a mi lado, moriré» la pista sonaba lenta y muy atrayente para los oídos de Hyunjin, la rasposa pero aterciopelada voz de Chan lo hacía entrar en una especie de trance hipnótico que lo tenía con la cabeza dando vueltas. «Así que, ¿puedes acercarte más? Sostenme fuertemente» con esas líneas y las que le siguieron el menor jadeó de sorpresa recibiendo una que otra mirada del líder. La grabación terminó y el mayor se giró a ver por completo a su amigo que tenía las mejillas rosas y las manos sudadas.

RED LIGHTS ― CHANJINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora