La habitación de Jungkook se iluminaba poco a poco mientras esté observaba inexpresivo aquel amanecer. Era un amanecer cálido y fascinante, el sol iluminaba el cielo del reino haciendo este estallar con colores rosas, anaranjados y celestes contra la oscura noche que se desvanecía de manera hermosa, casi mágica. Sin embargo aquel amanecer no contrastaba en nada a como se sentía Jungkook en esos momentos.
Como deseaba sentirse igual de cálido como aquella mañana.
Le dolían los ojos, seguramente hinchados después de haber llorado sin poder evitarlo durante la noche antes de caer dormido, sumándole también que no había podido dormir completamente bien ya que se había despertado temprano en la madrugada sin poder volver a conciliar el sueño.
De fondo Jungkook podía escuchar como su madre ya se había levantado a alistarse para poder irse a trabajar mientras que su padre encendía la radio para poder escuchar un poco de música clásica.
Era lo de todos los días.
Pero a pesar de ser todo igual, nada se sentía así. Jungkook no estaba ansioso por ir a su trabajo, él simplemente no tenía nada de ánimos para lo que habitualmente le haría despertar con una sonrisa radiante.
Solo quería quedarse en cama y faltar un día más, mas no podía hacerlo ya que no tenía excusa para faltar a sus deberes.
Jungkook se levantó de su desarreglada cama y comenzó a ordenarla, su vista se posó con desgano en la funda de su almohada, estaba húmeda por las lágrimas soltadas aquella noche. Simplemente la quitó y lo cambió por una seca.
Unos leves golpes se escucharon en la puerta de su habitación cuando el azabache estaba sacando de su armario la ropa que necesitaría para ir a trabajar al palacio.
— Adelante.
Ni bien pronunció esas palabras la puerta se abrió dejando ver a su padre, Jeon Soohyun, un hombre cariñoso de la misma edad del rey, quien se asomó con una sonrisa amable.
— Kookie, ¿como amaneciste?— preguntó Soohyun mientras se dirigía a sentarse en la cama de su hijo.
— Papá, se supone que debes estar descansando — regañó — Amanecí bien, como siempre — volteó y lo miró con cariño al notar un puchero en los labios de su padre.
Él solía ser un poco infantil, sin embargo eso era algo que amaba Jungkook de su papá.
— Me la paso descansando todo el día todos los días, por venir a ver como amaneció mi pequeño no me va a pasar nada — refutó Soohyun mientras cruzaba sus brazos.
— Aun así papá... Y ya no soy pequeño, de hecho, entre los dos tú pareces el pequeño — molestó a su padre con una sonrisa mientras se dirigía a su baño para asearse.
— Pará mí siempre serás mi pequeño Kookie y me preocupo mucho por ti — hizo una pausa — Jungkook, hijo, se sincero conmigo ¿de verdad maneciste bien, no hay nada que desees contarme?
Jungkook detuvo unos segundos lo que estaba haciendo, mirando su aspecto en el espejo, su padre no era idiota y era más que obvio que se preocuparía por él si sus ojos estaban rojos e hinchados de haber llorado la noche anterior. Su aspecto no era el mejor en esos momentos.
Aun así no podía contarle nada, su padre no sabía del enamoramiento que mantuvo hacía el príncipe, era simplemente descabellado contárselo. Tantas inseguridades, tantos prejuicios arraigados a él le habían impedido soltarse con su padre sobre el tema en el pasado.
Y ahora no había caso alguno en decirle.
Terminó de asearse y salió del baño viendo a su padre que lo miraba con una sonrisa triste.
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[PAUSADA] I wish I was Cinderella || Kookmin
FantasíaTras haber bailado toda la noche, el príncipe Jimin desesperado buscó a la dulce jovencita que se fue desesperada tras dar la media noche, una vez pudo encontrarla no dudó en desposarla. Lo que el príncipe no sabía es que con tal acto rompió el cora...