⁴𝗦𝗜𝗗𝗘𝗟𝗜𝗡𝗘 ─ 𝗵.𝗿𝗲𝗻𝗷𝘂𝗻 ✔

12

Seolhee. El nombre de la chica era Kang Seolhee.

Renjun se puso de pie y agarró los dos brazos de Jieun mientras el color desaparecía del rostro de la chica y ella casi se cae del taburete. Estaba agradecido por sus rápidos reflejos, un segundo más tarde, Jieun definitivamente habría aterrizado en el suelo.

Sin embargo, por otro lado, los movimientos agresivos de Renjun habían hecho que su taza se caiga de la mesa, el sonido del vidrio rompiéndose hizo que Doyoung y los clientes con los que estaba hablando se volvieran hacia ellos.

Doyoung se puso de pie, claramente preocupado, pero Renjun le lanzó una mirada, negando con la cabeza. Su hyung captó el mensaje, se sentó y dejó que Renjun se encargara de ello.

"Seolhee. No puede ser." Renjun escuchó a Jieun murmurar y recordó que todavía la sostenía.

"Oye, ¿estás bien?" Preguntó Renjun, deseando que el mostrador no los separara. Cuando vio cómo Jieun estaba temblando, estaba debatiendo seriamente sobre saltar para poder consolar a la chica adecuadamente.

El sonido de su voz debió haber hecho que Jieun recordara dónde estaba mientras salía de su trance, sacudiendo la cabeza. Sacó los brazos de su agarre, haciendo que Renjun se sintiera desnudo mientras no se aferraba a nada.

"Sí, estoy bien. Lo siento." Dijo Jieun mientras se levantaba lentamente, claramente todavía un poco agotada por todo esto. "Dame un momento y ira a limpiar el desastre".

"No, es mi-"

Renjun no pudo terminar sus palabras porque Jieun ya había desaparecido en la parte de atrás, dejando a Renjun solo.

Renjun tuvo un mal presentimiento al recordar lo que Jieun había murmurado y no pudo evitar preguntarse por qué había dicho lo que dijo.

¿Conocía a Seolhee?

Renjun escuchó pasos y vio que Jieun había traído una escoba para el vidrio, moviéndose hacia donde estaba la taza rota. Rápidamente se deslizó frente a ella, bloqueando el camino de la chica.

"Renjun, ¿qué estás haciendo?" Jieun preguntó suavemente, evitando claramente sus ojos. Extendió la mano, tomando la escoba de las manos de Jieun.

"Yo rompí la taza, así que debería limpiarla. Toma asiento, Jieun. Parece que te vas a desmayar y no creo que ninguno de los dos quiera ir al hospital hoy".

...

Si las piernas de Jieun no se sintieran como gelatina, definitivamente habría peleado con Renjun e insistido en limpiar el desorden.  Pero aquí estaba ella, sentada en el taburete que aún estaba caliente desde que Renjun se había sentado en él, mirandolo mientras limpiaba los vidrios rotos.

No puede ser, pensó Jieun mientras su mente comenzaba a divagar una vez más. No hay forma de que realmente se preocuparan por ella.  Definitivamente sabían, sabían que Seolhee estaba en su contra, por eso la mataron.

Pero por la forma en que Renjun lo había descrito, era difícil para Jieun aceptar realmente sus propios pensamientos.

¿Jeno realmente la amaba? 

¿Realmente se preocuparon tanto por ella que establecieron una regla sobre su muerte?

Jieun miró hacia arriba cuando sintió un golpe en su brazo y vio que Renjun estaba allí, la escoba en sus manos.  Miró hacia donde estaba la taza rota y vio que Renjun había terminado de limpiar.

"¿Quieres que te lleve a casa? Pareces un poco alterada". Le preguntó Renjun.

Jieun negó con la cabeza y se bajó del taburete. "Está bien. Si me voy a casa, terminaré durmiendo y siendo improductiva".