Ha pasado un mes desde aquel día que no quisiste saber más de mí, desde aquel día que solo con mentiras me despedí, nunca fuí capaz de decir la verdad, incluso ayer que te ví, sabía lo que te iba a decir, pero me bloqueé al ver tu rostro, al ver que no soportabas mi presencia, me sentí insegura de si estaba haciendo lo correcto o no, mi vida se sintió echa pedazos, en el momento que tenías un desespero por irte poniendo de excusa un semáforo, la manera en que negaste que volverías estar conmigo me apagó aquella esperanza de que todavía me amarás, a la vez que me decepcionó que dijiste lo mismo que dijo tu primo, y yo pensé que me ibas a decir algo pensarás tú, no él, siempre me voy a preguntar qué piensas tú, no que piensan los demás de lo que estás pensando, que sientes tú, pero no me atrevo a hablarte.