Todo pasa por algo

CAP 4

Ya eran sobre las 12 de la noche y Marta todavía no había llegado a la habitación, la verdad es que me sorprendió un poco ya que los chicos normalmente se van a dormir pronto y más si tienen entreno por la mañana el día siguiente, como era el caso. No le quise dar muchas vueltas ya que pensé que alomejor estaba un tanto enfadada, aunque entre su mejor amiga y su ligue me hubiera gustado que me hubiera elegido a mí, pero bueno, no estaba ocurriendo eso así que decidí dejar de pensar en eso e irme a dormir.

Ya lo estaba consiguiendo cuando alguien tocó la puerta.

- Ya podrías haber cogido la llave -dije alto para que me oyese Marta desde el otro lado de la puerta, abrí y la persona que me encontré no era Marta.- pe-perdón -dije medio avergonzada

-no tranquila- dijo Éric- es que Marta se quiere quedar a dormir con Pau y quiere usar mi cama y me ha dicho que yo me vaya a la suya. -dijo señalando la cama que era de Marta

-ah claro- dije un poco sorprendida- pues pasa- me aparté un poco para que pasara- bienvenido nuevo compañero -dije en tono gracioso y él rió

Al final mi plan de dormir ya se desmoronó ya que Éric y yo nos quedamos hablando y conociéndonos más durante unas tres horas, la verdad que se me habían pasado volando, me lo había pasado muy bien. No me acuerdo exactamente cuando me dormí pero sé que me dormí cuando noté que alguien me daba un beso en la mejilla.

-bueno días -era Éric

-buenos días -me giré y le sonreí, ya estaba cambiado, ayer se trajo la ropa para hoy no molestar a Marta y a Pau.

-venga vístete y vamos juntos a desayunar -dijo

-valee voy -nunca tengo un buen despertar pero hoy me he despertado de un humor magnífico. Éric era un buen chico y creo que me hacía bien. Después de las tres horas de charla de ayer ya nos conocíamos casi a la perfección y ya nos habíamos hecho bastante amigos.

Me cambié en el baño mientras él miraba el móvil e iba a dejar las cosas en su habitación, Marta no pasó por aquí, supongo que tendrá intención de quedarse una noche más ahí. Ya me contará.

Justo cuando acabé Éric volvió a tocar mi puerta y fuimos juntos a desayunar. Yo llevaba una sudadera suya ya que ayer por la noche me la dejó y hoy me ha apetecido ponermela:

-bonita sudadera -me dijo él de camino al comedor

-a que mola -dije riendo

-¿no me vas a dar nada a cambio? -preguntó

- sí, pero no será por la sudadera, será por el despertar de esta mañana -y mientras entrábamos por la puerta del comedor le dí un beso en la mejilla y acto seguido los dos reímos.

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-tía-dije cerrando la puerta- me vas a contar ya qué tal con Pau o no? -estaba muerta de ansias para que Marta me contara

- no era un idiota? -preguntó riendo

- es un idiota -dije mientras me sentaba en la misma cama que ella- pero quiero saber que tal le ha ido a mi amiga con el guaperas de la selección

-está bien -dijo rendida- antes de cenar nos liamos

-joder ni 24 horas que os conocéis y ya os liais

-espera espera-dijo- que después me lo tiré

-NO TE CREO -dije gritando

-shhh- dijo ella- no grites que están aquí al lado

-me da igual, es que no me lo creo-dije tumbándome- yo virgen y tu tirándote a quién sea- reí y luego me volví a incorporar

-bueno, te conseguí una noche con Éric -sonrió picara

- NO NO NO- dije alto y claro- no malinterpretes somos como mejores amigos

-ya claro- dijo sarcástica- y el beso en la mejilla de esta mañana? -preguntó

-por favor- dije- es un beso en la mejilla

-Claudia, no te mientas -dijo- a gente que no sea yo casi no das muestras de cariño desde aquello- eso no me lo esperaba

-vale le di un beso en la mejilla -admití- y?

-solo quiero que sepas lo que quieres y lo que sientes -dijo acariciándome la mano

-por favor -dije levantándome un poco molesta- solo hace un poco más de veinticuatro horas que lo conozco, no me gustaría nadie en tan poco tiempo y si me gustara alguien no sería él- dije medio gritando y medio llorando. Odiaba llorar en público, lo odiaba, pero Marta ya no era en público.

No me había gustado lo que me había dicho, así que me fuí de la habitación. Decidí ir a la terraza donde fui con Ferran, el que era como mi hermano. Ferran era como mi hermano y Éric como mi mejor amigo. NADA MÁS

Ya llevaba aproximadamente una hora ahí hasta que noté como la cristalera de atrás se abria y vi como alguien se sentaba al lado mía, me quite las lágrimas rápido ya qué sí, llevaba todo el rato llorando, porque de puertas adentro soy una persona muy sensible pero no cualquier persona me puede ver llorar.

Al darme cuenta de quién era el que se había sentado al lado mío rompí a llorar apoyada en su pecho, él no me dijo nada, pero ahí yo me sentía bien.

-Ferran -dije- tu crees que te puede gustar alguien en un día?- pregunté

-eso no se controla así que supongo que sí -dijo mientras acariciaba mi cabeza.