Viviendo mi vida: original

Capítulo 6

Harry y los demás se dirigieron rápidamente hacia la entrada de la tienda. Podían escuchar gritos provenientes del exterior. Harry corrió hacia la puerta para ver a los Mortífagos vestidos con túnicas en la entrada del Callejón Diagon. Abrió la puerta y disparó contra los magos enmascarados. Cuando su maldición golpeó, al menos cinco de ellos cayeron. Remus y los vampiros corrieron alrededor, disparando a los demás que aún estaban de pie. Harry derribó otros dos cuando vio la misma maldición púrpura que golpeó a Hermione, correr hacia Jason.

"¡NO!" Harry señaló con la mano a Jason. Accio!

Jason fue alejado a tiempo para no recibir un golpe en el pecho, pero sí en el brazo. Harry se arrodilló a su lado para revisar la herida, mientras lanzaba maldiciones a izquierda y derecha. Harry miró a su alrededor en busca de más mortífagos, pero no vio ninguno. Tiró de Jason hacia arriba y pasó un brazo alrededor de la cintura del hombre.

"Parece que hoy eres mi ángel. Siempre salvándome de algo". Jason se rió e hizo una mueca cuando su brazo se movió. Harry estaba a punto de responder cuando de repente se enfrió el hielo. La escarcha se extendió por el suelo y rápidamente se dirigió hacia donde estaba Harry. Miró calle abajo y vio que al menos 15 dementores se dirigían hacia él. Harry levantó la mano y apuntó a los Dementores.

EXPECTO PATRONUM!

Harry sabía que era el Ciervo el que saldría, pero se sorprendió cuando un lobo y Grim se unieron a él. En lugar de ser la niebla plateada promedio, era una forma dorada brillante. Los tres animales se alinearon y cargaron contra los Dementores. En el último segundo, un perro pastor plateado brillante se le unió. Harry sólo conocía a una persona que tenía esa forma de Patronus, Neville. En lugar de ahuyentar a los Dementores, las tres formas de Harry atravesaron la masa. Todos los que tocaron se desintegraron. Las capas negras flotaron hasta el suelo. Fue sorprendente cuando el perro pastor de Neville chocó la nariz con el ciervo, volviéndolo también dorado. Juntos, los cuatro Patroni desintegraron a todos los Dementor a la vista. Una vez que todos los Dementores se fueron, Harry miró a su alrededor para ver si había más Mortífagos. Sonrió cuando vio que todos estaban atados y desnudos hasta quedar en ropa interior. Fue una precaución de seguridad que se le ocurrió a la Orden, para que los Mortífagos no escaparan con trasladores. No hubo demasiado daño, pero fue suficiente para ver que habría mucho trabajo de reparación durante el próximo mes. Harry convocó los restos del Dementor y los colocó en una vitrina mágica. Lo encogió y lo guardó en su bolso.

Harry miró a su alrededor para ver si podía ver a alguien que estuviera gravemente herido. Casi se cae cuando algo lo golpeó en las piernas. Afortunadamente, Jason pudo evitar que se cayera. Harry miró hacia abajo para ver al perro pastor de Neville. Harry bajó la mano y le dio una palmada en la cabeza. Por lo general, desaparecía cuando uno hacía eso, pero aún estaba intacto y se sentía como un perro de verdad.

"Oye chico, ¿puedes mostrarme dónde está Nev?" El perro pastor ladró alegremente y se alejó trotando por la calle del Callejón. Harry se rió y ayudó a Jason. Les tomó un minuto, pero finalmente llegaron a Neville. El chico estaba felizmente frotando la nariz de Prongs y rascando la cabeza de Moony. Vio a Harry y lo saludó con la mano. Harry sonrió y ayudó a Jason a acercarse a Neville. Harry se volvió hacia Jason y lo bajó al suelo. Hedwig se elevó hacia Jason y aterrizó en su hombro. Ella mordió su oreja y lloró sobre sus heridas. Él le sonrió y le acarició el pecho. Ella arrulló y se inclinó hacia su toque. Harry abrazó a Neville y un destello de celos cruzó el rostro de Jason.

"Nev, quiero presentarte a Jason. Neville, Jason. Jason, Neville". El chico tímido le tendió la mano y el hombre la tomó.

"Jason, quería que conocieras a Neville. Es como mi hermano y lo más probable es que lo veas mucho". Neville sonrió tímidamente y golpeó a Harry en el hombro. Jason se rió y centró su atención en Harry. Los dos muchachos miraban al Patroni que aún no había desaparecido.