Capítulo 1

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—No eres más que un zorra cualquiera al igual que tu madre— asentí y subí a mi habitación

A pesar de sentirme destrozada y vacía, esa noche, no llore, no solté una sola lágrima y en cierto modo, me sentía... bien.

Me sentía algo, no importaba que tan malo fuera, ahora era alguien.

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"ahí va ella"

"está buena"

"es una cualquiera"

"una chica fácil"

"zorra"

"solo una puta"

Fingí no escuchar ninguno de los comentarios, ignore los susurros y evite poner atención a las risas y burlas, pero pronto todo fue más difícil de ignorar, hasta que se volvió imposible.

—¿qué fue e..— pregunté al sentir como una mano pellizcaba con fuerza mi trasero haciéndome voltear.

"tienes un lindo trasero ahí abajo muñeca" dijo al que reconocí como uno de mis compañeros de clase llamado Kiba.

¿Debería sentirme molesta? me pregunté, pero la realidad era que me sentía satisfecha, él había dicho que había algo lindo en mí, eso era bueno, ¿no?.

"g-gracias". contesté y una sonrisa perruna se formó en su rostro.

Se acercó más a mí, tomándome de una manera poco suave por la cintura pegando nuestros cuerpos para susurrarme justo en el oído.

—te veré en el patio trasero de la escuela en la salida preciosa— preciosa, había dicho él, éso también era algo bueno.

Par cuando él se había ido, regresó aquella ola de susurros en la cafetería por todos los que presenciaron el momento desde que tocó mi trasero hasta que él se marchó, dejandome sola con los comentarios de chica fácil, de nuevo.

Recuerdo ir al patio trasero tal como en lo dijo, lo había encontrado fumando un cigarrillo, hipnotizada por la forma en que el humo se esfumaba con el aire, desapareciendo, quería ser ese humo.

—¿Quieres probar?— preguntó al ver lo concentrada que estaba en cada colada que le daba.

—sí— contesté y él sonrió apagando el cigarrillo.

—Te daré uno para ti sola, pero tienes que ganartelo bonita— dijo él acercándose cada vez más a mi, causandome un escalofrío.

—¿Qué tengo que hacer?— pregunté.

—Solo quedate callada y déjame todo a mi ¿de acuerdo?— preguntó agarrando mi trasero para acercarse a mi rostro.

—sí— respondí y entonces el comenzó a besarme.

Sus manos viajaron por todo mi cuerpo y recuerdos de la noche anterior me golpearon, pero él dijo que tenía que quedarme callada si quería probarlo, así que no proteste.

Además, me gustaría volver a escuchar las mismas palabras después de que pasé todo, ojalá lo diga.

Él me recostó en el pasto y empezó a desnudarme sin delicadeza, haciendo que mi piel quedara expuesta a la rasposa hierva.

Puede observarlo, no era muy grande, pero sabía que dolería, y así fue.

Mis lágrimas empezaron a salir involuntariamente mientras el me embestia más y más, apretando mis senos y mi trasero con fuerza

Stay with me - NaruhinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora