➼ En donde, a través de los años, Mingyu encuentra en Minghao un escape de su realidad.
Ships: Gyuhao
-Historia publicada del 09 / 09 / 21 al 13 / 09 / 21.
–Creo que es la última –dijo Mingyu, dejando una enorme caja llena de su propia ropa en medio de lo que había sido la sala de aquella casa.
Como no escuchó respuesta alguna, de inmediato se giró hacia la cocina, en donde encontró a su papá demasiado embobado como para hacerle caso. Rodó los ojos pero sonrió ampliamente.
Dos años atrás Seungcheol por fin había aceptado que estaba teniendo un problema, en la época en la que Mingyu aún estaba en la universidad. Gracias a eso y al apoyo por parte de su hijo, por fin había podido salir de aquel agujero en el cual se había metido después de la pérdida de Jeonghan, de Moonbyul y de todos los problemas que había tenido que enfrentar además de cuidar a su hijo y mantenerlo alejado de las demás personas que intentaban atacarlos.
Pero por fin estaba bien, más tranquilo. Había aceptado muchas cosas, como que no podía cambiar la manera en la que las personas veían su amor. Su mismo hijo se lo había dicho, "El amor es extraño, bonito y diferente. Nadie quiere de la misma forma, y las relaciones son muy diferentes siempre, pero eso no quiere decir que estén mal", una frase muy cierta pero que no le había dicho nunca a quién le pertenecía.
Y después de todo aquello, Seungcheol por fin pudo regresar a Andong junto con Mingyu a lo que alguna vez había sido su hogar y que ambos querían que lo fuera de nuevo.
–Probablemente Hannie habría querido eso –dijo en el camino, mientras Mingyu era quien conducía ahora–, que pudiéramos seguir considerando un hogar el espacio en el que fuimos felices.
–Creo que tienes razón –lo apoyó Mingyu, sonriendo al ver a su papá mucho mejor que antes. Por tantos años ambos habían estado distanciados, que ahora los momentos juntos después de la catastrófica tormenta que había caído sobre su familia les sabían a gloria.
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Seungcheol había estado listo para volver a su casa, pero no para que Jihoon los estuvieran esperando en la puerta de entrada, el mismo lugar en el que él y Seungcheol se había despedido 10 años atrás.
Mingyu no le había dicho a su padre, claro, que él ya le había avisado a Jihoon sobre todo. La terapia, los avances y su nueva decisión sobre volver a su casa. Y había deseado con todas su fuerzas ver el rostro de Jihoon al saber la noticia de su regreso, en especial después de escuchar por teléfono el enorme grito de emoción que soltó.
Seungcheol había sido el primero en bajar del auto, acercándose a Jihoon con paso vacilante, como si no estuviera seguro de que lo fuera a recibir bien después de haberlo ignorado por tantos años.
Pero todo le quedó claro cuando el menor corrió hacia él, encontrándolo a medio camino, y se lanzó a sus brazos, apresándolo con fuerza, sin claras intenciones de querer soltarlo.
Seungcheol aún estaba sorprendido porque lo quisiera ver, pero su rostro emocionado al separarse era un alivio para los corazones de Jihoon y de Mingyu.
