¿Que pasaría si Tanjiro fuera un demonio y Nezuko la humana? ¿El sol no lo daña? ¡¿Si no que le da energía?!
No ataca si no que protege.
¿Hermanos cazadores? ¡¿Un demonio cazador?! ¡Ja! es imposible, pero...
¿Y si es posible? Descubrelo aquí.
ADVER...
–Umh... Hola– dijo Giyuu llamando la atención de todos en la habitación
–¡Giyuu, Sabito!– dijo Tanjiro alegre junto con una hermosa sonrisa
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Narradora (io)
Tanjiro se acercó a ellos para abrazarlos bajo la muy atenta mirada de los otros dos chicos, Nezuko solo se dedicó a sonreírles, ya que ni podría levantarse, debía de descansar
–¿Qué los trae por aquí?– pregunto Tanjiro con una sonrisa inocente y despreocupada
–Vamos hombre, ¿No podíamos venir a verlos?– respondió Sabito mientras acariciaba la cabeza del pelirrojo
Nezuko rió
–Tranquilos no pasa nada– hablo Nezuko –Estoy bien– sonrio
–Ahora que lo pienso...– está vez era Giyuu quien hablaba –¿Por qué el techo?– pregunto al recordar el como aquel pelirrojo frente a él se había trepado de la casa hasta llegar al techo de la misma
Se escucharon unas risas por parte de Sabito y Nezuko, lo cual hizo que Giyuu también lo hiciera provocando que Tanjiro se sonrojara de la vergüenza
Inozuke y Zenitsu los veían atentos, no entendían ni J* de lo que hablaban los usuarios del aliento del agua
Las risas continuaron hasta que Inozuke y Zenitsu se unieron provocando que Tanjiro se hiciera bolita en el suelo entre medio de la cama de Nezuko y Zenitsu
–Por favor... Paren– lo decía tan rojo que parecía que estaba haciendo competencia con su propio cabello
Al decirlo como un murmuró casi inaudible Zenitsu fue el único que pudo escucharlo, haciendo que parará de reír y acariciara su cabello para calmarlo
Tanjiro al sentir el tacto del contrario se abalanzó contra el para abrazarlo y ocultarse en su pecho como si quisiera desaparecer, haciendo que su tamaño disminuyera, que ahora tan solo parecía un niño pequeño
Los demás presentes al ver ese acto pararon de reír para fijar su atención a ambos chicos
Zenitsu estaba tan rojo como el cabello de Tanjiro, el cual lo abrazaba con fuerza intentando que no lo vean
De un momento a otro se escuchó la puerta abrirse con cuidado, haciendo que todos en esa habitación vieran a la persona que la abrio
–Ara~ ara~– era Shinobu, la cual venía a tratar las heridas de Nezuko –¿Qué los trae por aquí?– pregunto con su típica sonrisa
