ℙ𝕖𝕝𝕖𝕒 ℂ𝕠𝕟𝕞𝕚𝕘𝕠| Hermione Granger | L2

07 - Ataque en la Torre del Reloj

Ellie solo durmió unas horas antes de que la despertaran. Hermione estaba de pie frente a ella, la luz de la luna aún brillaba a través de la ventana de Hufflepuff. Sin hablar, Hermione llevó a su novia a la Torre del Reloj, la mano grande apuntando a la tercera marca.

"¿Puedo ayudarte? Son casi las tres de la mañana", gimió Ellie mientras apoyaba su cuerpo contra la barandilla.

"Sí, en realidad puedes. Dame tu mano", le ordenó Hermione con severidad, extendiendo su palma para que Ellie colocara la suya.

"¿De qué estás hablando?"

"Sabes exactamente de lo que estoy hablando. Vamos, dalo aquí", instó Hermione, elevando ligeramente la voz.

"Mira, he tenido un día largo, Hermione. No sé de qué estás hablando. No hay nada malo en mi mano", mintió Ellie, recordando los eventos que habían ocurrido en la oficina de Umbridge un poco antes.

"¡No me mientas!" Hermione espetó mientras sacaba la mano izquierda de Ellie de su bolsillo para examinarla.

Ellie hizo una mueca de dolor, pero no resistió el agarre de Hermione. Ella bajó la cabeza, evitando el contacto visual con el Gryffindor. Hermione miró con horror la mano dañada frente a ella, la sangre que rodeaba las palabras ahora se secó.

"Planeabas decirme esto, ¿cuándo?" Gritó Hermione. "Vi lo que Umbridge le hizo a Harry. ¡Esa maldita cucaracha! Deberías haber ido directamente hacia mí después de la detención, no esconderte en tu dormitorio. Será mejor que tengas una buena razón de por qué no me lo habías dicho antes."

"¿Por qué tendría que decírtelo? ¿Solo para que me tengas lástima?" Ellie respondió en voz alta, igualando el tono de Hermione.

"¡Soy tu novia, Ellie! Por el amor de Merlín, ¿dejarías de intentar ocultar lo que te pasa?"

"¿Crees que disfruté lo que pasó? Solo te preocuparías si te lo hubiera dicho."

"¡Ellie, me preocupo por ti todo el tiempo!"

"¡Entonces tienes que parar!"

"¡No puedo! Necesito entender por qué crees que puedes salirte con la tuya con estas cosas. ¿Por qué tratas de ocultar tus emociones?"

La tensión estaba aumentando a un ritmo rápido, y ambas chicas ahora se gritaban la una a la otra en un intento de hacer entender su punto. Ellie sintió que se estaba sofocando, las palabras de Hermione la arrinconaron agresivamente.

"¡No lo entiendes, Hermione! ¡No puedo seguir adelante!"

"¿Pasar de qué?"

"¡Cedric! ¡Siempre ha sido Cedric!" Ellie finalmente admitió, su confesión sorprendió a Hermione. "¡Era mi mejor amigo, Hermione! ¡Y me lo arrebataron! ¡No entiendes cuánto duele! ¡No puedo llorar cuando me da la gana! Se supone que debo ser fuerte, para él, ¡mi mamá, para ti! ¡Imagina lo que se sentiría que te robaran a alguien a quien amabas! "

"Amor, yo ..." Hermione se arrastró, pero Ellie la interrumpió.

"¿Y escuchar a Umbridge socavar su muerte? ¡No podría soportarlo! Me duele. Mucho. Me está lastimando ..."

La voz de Ellie se quebró y se desvaneció mientras se hundía en el suelo y su espalda se deslizaba contra la pared. Sintió una sensación desagradablemente familiar regresar a su cuerpo, apoderándose de sus sentidos. Su cuerpo comenzó a temblar incontrolablemente, su cabeza daba vueltas, haciendo que sus ojos vieran un mundo inclinado. No había sentido este sentimiento desde el día en que falleció su padre. Durante años, esta sensación había estado reprimida, como una lata de refresco agitada esperando a ser abierta. Ellie se llevó las manos a la cara y empezó a sollozar. Se sentía como si una fuerza invisible estuviera apretando su garganta, apretando su agarre con cada segundo que pasaba. Sus sollozos eran fuertes y desgarradores, su respiración entrecortada ante la sofocante sensación.