ℙ𝕖𝕝𝕖𝕒 ℂ𝕠𝕟𝕞𝕚𝕘𝕠| Hermione Granger | L2

09 - Vengarlo

Era el 9 de septiembre de 1995.

Los lunes eran la peor parte de la semana de Ellie, diablos, era la peor parte de la semana de todos, aunque Hermione sería la única excepción. Ellie se sentó sola en la mesa de Hufflepuff, todavía medio dormida mientras, aturdida, tomaba otro bocado de su panecillo.

"Disculpe, profesor, pero ¿qué está insinuando exactamente?" Umbridge levantó la voz desde afuera de las puertas del Gran Comedor, invocando a los estudiantes cercanos para que miraran a la dama.

"Solo estoy solicitando que cuando se trata de mis estudiantes, se ciña a las prácticas disciplinarias prescritas", respondió McGonagall con severidad.

El Golden Trio inmediatamente se puso de pie para ver cómo se desarrollaba la escena, con Ellie y algunos otros estudiantes siguiéndolos de cerca.

"Qué tonto de mi parte, pero suena como si estuvieras cuestionando mi autoridad en mi propia clase, Minerva."

"Para nada, Dolores, simplemente tus métodos medievales."

Ellie miró su mano, las palabras que habían sido grabadas en su piel durante su última detención aparecieron débilmente. Ella miró a Harry, quien apretó su propio puño mientras miraba a la dama vestida de rosa.

"Lo siento, querida, pero cuestionar mis prácticas es cuestionar al Ministerio y, por extensión, al propio Ministro", se burló Umbridge. "Soy una mujer tolerante, pero lo único que no toleraré es la deslealtad".

A estas alturas, todas las conversaciones y el alboroto se habían calmado, y una pequeña multitud de estudiantes se había formado para rodear a los profesores en disputa. Ellie se encontró con los ojos de Hermione desde unos metros de distancia, viendo que sus cejas estaban levantadas tanto por el resentimiento como por el miedo. Si bien Ellie no pudo hacer mucho para aliviar físicamente a su novia, dijo con los labios que estaría bien, ignorando su instinto de que no sería así.

"¿Deslealtad?" Minerva cuestionó con asombro, pareciendo desconcertada por su insulto.

Umbridge resopló de una manera satisfactoria mientras le daba una mirada de suficiencia, volviéndose hacia el grupo de estudiantes que la miraban. Descansó sus manos frente a ella mientras sus ojos se lanzaban hacia El Trío Dorado y Ellie, las comisuras de sus labios se curvaron en una sonrisa.

"Las cosas en Hogwarts están mucho peor de lo que temía. Cornelius querrá actuar de inmediato".

(....)

Las siguientes semanas transcurrieron como una pesadilla sin fin. Umbridge había abusado por completo de su poder como Alta Inquisidora, ordeñando todo para hacer de la vida de los estudiantes un infierno. Con la ayuda de Filch, había comenzado a publicar proclamas que se ajustaban a sus expectativas, disminuyendo todas las formas de diversión en la escuela. Dondequiera que miraran, había una nueva regla que los estudiantes estaban obligados a seguir, y cualquier rotura resultaría en una desagradable cicatriz en su mano durante las próximas semanas.

No se debe reproducir música durante las horas de estudio.

Todos los productos Weasley serán prohibidos de inmediato.

Se debe mantener la vestimenta y el decoro adecuados en todo momento.

(....)

Ellie se encontraba entre el grupo de estudiantes que se había reunido en los pasillos que rodeaban el patio principal. Una aterrorizada profesora Trelawney observó con miedo cómo Filch sacaba sus pertenencias, con los hombros encorvados y los pies clavados en el suelo. Umbridge se acercó a la profesora de Adivinación con la barbilla en alto, sus tacones chocando contra el suelo de piedra debajo de ella.