Un rincón del libro de Hermione |The Cupboard Series 2|

Capítulo 19

Capítulo 19 ||

"Buenos días, Hermione. ¡Feliz cumpleaños!" Harry sonrió desde donde estaba al final de las escaleras.

Hermione encontró sus ojos con una sonrisa. Sus vivos ojos verdes estaban llenos de maldad mientras la veía descender de los dormitorios y ella dio un suspiro interno de alivio.

Desde que le dijo al profesor McGonagall sobre el verano de Harry, había estado plagada de pesadillas de él gritándole y llevándose, negándose a hablar con ella de nuevo. Ella entendió completamente, era simplemente su culpa hablar. Harry, sabía, tenía importantes problemas de confianza, y con razón, también se recordó a sí misma, y le había roto la confianza.

Oh, ella sabía que decirle al profesor McGonagall lo que le había pasado había sido tanto para su propia tranquilidad como para cualquier otra cosa. Esas personas habían abusado de su mejor amigo por última vez y ella necesitaba asegurarse de que no lo iban a enviar de vuelta allí de nuevo. Especialmente ahora que había hecho ese voto. Y el profesor McGonagall podría ayudar. Hermione podía darse cuenta de que perder la confianza de Harry era algo que había angustiado a su maestra favorita y lo había tomado como una señal de que solo tenía en serio los mejores intereses de Harry.

Hasta ahora, todo había funcionado perfectamente. Harry y el profesor McGonagall habían comenzado a reconciliarse. Harry estaba reconstruyendo lentamente su confianza en ella. Y lo mejor de todo es que la profesora McGonagall había cumplido su promesa y no divulgado dónde había aprendido sobre el verano de Harry. Si Harry la descubriera y la odiara por ello, no sabía lo que haría.

"Gracias, Harry", dijo, alejando firmemente esos pensamientos angustiantes. Hoy era su cumpleaños y estaba decidida a disfrutarlo.

"Aquí, te lo llevaré", dijo, tomando su bolsa de libros de sus manos que protestaban y tirándola sobre su hombro. "¿Qué tienes aquí, Hermione? ¡Se siente como la mitad de la biblioteca!"

"Sólo tengo los libros que necesitamos para hoy y uno o dos extras para una lectura ligera", sopló.

Una vez más, esa traviesa sonrisa de Harry hizo aparecer, haciendo que se detuviera frunciendo el ceño. Estaba tramando algo. Ella estaba segura de ello.

"¿Vamos a desayunar?" preguntó.

Con un guiño, los dos partieron. En el retrato de la Fat Lady, se detuvo, guiándola primero antes de acelerar rápidamente para caminar a su lado una vez más. El Gran Salón todavía estaba ligeramente poblado cuando llegaron y, barriendo la mirada sobre las cuatro largas mesas, Hermione se dio cuenta de que los dos eran los primeros de sus amigos en llegar esa mañana.

Sin embargo, tan pronto como los dos se sentaron en sus lugares habituales, se materializó una afluencia de personas, todas dirigiéndose directamente hacia ellos.

"¡Feliz cumpleaños, Hermione!" Hannah y Susan exclamaron, cayendo en los lugares frente a ellos en la mesa de Gryffindor.

Un grupo de risas anunció la llegada de Lil, Sally-Ann, Su, Padma y Lisa. Cada chica le dio un breve abrazo antes de encontrar lugares para sentarse a su alrededor. El último en llegar fue Neville. El pobre chico casi se congela al ver al grupo animado, pero con solo un ligero tartamudeo, se las arregló para desearle un "feliz cumpleaños" antes de hundirse en el lugar vacío junto a Harry.

"¡Presenta!" Lisa anunció en voz alta, haciendo que los que estaban en la sala se voltearan y miraran fijamente al grupo de varias casas.

Hermione se encontró inundada con paquetes envueltos. Con la sonrisa más amplia que estaba segura de que había lucido, Hermione comenzó a desenvolverlos. Por lo general, solo había algo de sus padres, y una o dos tarjetas de su abuela y sus tíos. Esto fue algo extraordinario. Había plumas y botellas de tinta de diferentes colores, libros e incluso algunos de los mejores chocolates Honeydukes.