Un rincón del libro de Hermione |The Cupboard Series 2|

Capítulo 27

Capítulo 27 ||

Cuando Harry se despertó a la mañana siguiente, tardó unos momentos en recordar dónde estaba. Con una sonrisa, recordó: estaba en casa de Sirius, en la habitación que había sido designada como 'Harry's'.

Se acercó a la mesa lateral y se puso los anteojos antes de saltar de la cama para dirigirse al baño privado que estaba junto a su habitación. Para cuando volvió a salir, se duchó, se vistió y, lo más importante, se despertó, Harry estaba listo para afrontar el día. Al darse cuenta de que aún era temprano, echó un vistazo a su habitación.

Por el momento, estaba en su mayor parte estéril. La vieja cama con dosel necesitaba urgentemente unas cortinas limpias. La cómoda y la mesa auxiliar tenían potencial, una vez que se había limpiado la suciedad y la suciedad de las últimas décadas. Y eso fue todo. Sirius y Remus habían limpiado la habitación y la habían dejado como, "un lienzo en blanco, Pup. Tuyo para hacer lo que quieras. Piénsalo y avísame. Cualquier mueble que quieras, lo conseguiremos. Elige un color para las paredes. Si quieres alfombra o simplemente una alfombra, también la conseguiremos ".

Mientras los ojos de Harry recorrían la habitación, la alteró mentalmente. Un par de estanterías altas sobre allí a cada lado de la ventana . Un escritorio ahí . Quizás un pequeño sofá contra esa pared. La habitación era grande y tenía mucho potencial. Y una oportunidad como esta, una oportunidad no solo en su propia habitación sino en una que él mismo podría decorar, no debía desperdiciarse. O se apresuró a entrar. Quería que fuera perfecto.

-oOoOo-

"Buenos días, Pup, ¿cómo dormiste?", Preguntó un alegre Sirius.

Harry le sonrió a su padrino sentado en la gran mesa de la cocina, una taza de café en una mano y su papel en la otra.

"Muy bien, gracias, Sirius. ¿Tú?" respondió.

"Como un bebé. Sírvete lo que quieras para el desayuno, hay mucha comida alrededor".

Después de mirar a través de la caja fría y la despensa, Harry sintió la necesidad de mostrarles a los adultos de qué se trataba la cocina real . Especialmente después de la debacle de anoche. Y además, cocinar era algo que realmente disfrutaba hacer y no era algo que hubiera tenido la oportunidad de hacer durante un tiempo.

Sacó una sartén, media docena de huevos, un paquete de tocino y algunas salchichas y se puso a trabajar. Mientras la carne se estaba friendo, tomó un tazón para mezclar y comenzó a trabajar en un poco de masa para los panqueques que había planeado.

"Por favor, dime que no vas a volver a cocinar, Canuto," suplicó Remus mientras entraba a la cocina.

"No, y no creo que vuelva a intentarlo mientras Harry esté aquí. Por el olor de las cosas, acabamos de encontrar a nuestro nuevo chef", respondió Sirius.

Harry sonrió para sí mismo mientras seguía trabajando. Cocinar para alguien que realmente iba a apreciar sus esfuerzos se sentía maravilloso. En poco tiempo, se colocaron sobre la mesa tres platos de desayuno humeante. Con un gran chasquido de labios, Sirius en particular, se hundió.

"Esta tiene que ser la mejor comida que he comido en una docena de años", elogió.

"Tendría que estar de acuerdo con eso", dijo Remus con la boca llena de comida. "Sin embargo, no tengo idea de dónde obtuviste esta habilidad. Ni tu mamá ni tu papá fueron grandes batidos en la cocina".

Harry agachó la cabeza avergonzado.

"¿Qué dices si nos dirigimos al Callejón Diagon esta mañana y sacamos del camino nuestras compras navideñas de último minuto?" Preguntó Sirius.