Capitulo 9. Come de mi (parte 1).

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Capitulo inspirado en la canción Persiana americana de Soda Estereo. Disfruten. 

Desde el capitulo anterior me esta ayudando a escribir la joven natalievaraya quien actualmente esta enfocando en escribir oneshots de Betty la Fea. <3 

El joven al darse cuenta de sus impuros pensamientos se detuvo en seco alejando su rostro de la mano del asesino.

- El pequeño bastardo se arrepintió de sus actos - gritó una voz dentro de la cabeza de Michael.

El asesino sintió una leve satisfacción que le fue arrebatada por la voz del asiático.

- Hagamos un trato - comentó Jake desafiando su destino.

El asesino no respondió nada como era de costumbre simplemente observó atentamente las palabras del muchacho.

- Mira, puedo ayudarte como a Ghostface, él quería que yo, bueno, eso no es importante, pero puedo..yo puedo ayudarte si tu me dejas ir -

Las palabras del muchacho quedaron haciendo eco dentro de Michael, ninguna de sus víctimas se había entregado tan fácilmente. Eso le quitaba lo entretenido que sería acechar su víctima y ver como su sanidad mental decaía. Además siquiera tenía certeza de que estaba ocurriendo entre ellos dos. Negó con su cabeza hacia la dirección del chico.

- Por favor Michael - Dijo entre lágrimas el muchacho. ¿Por qué debía de humillarse de esta forma?, ¿Qué karma debía de pagar en esta vida para haber llegado aquí?

Myers tenía curiosidad, ¿Cuáles eran las emociones que estaba expresando el joven? las que jamás podría experimentar, conocía la excitación, la sentía cada vez que iba a matar. Este joven lo hizo sentir excitado sin siquiera haber intentado matarlo, esa emoción si era nueva para él. Recordó la vez que los chicos de La Legión contaron sus experiencias de adolescentes promedio y aquello llamado "beso de a tres". Eso, sin embargo, llamó la atención del asesino, él jamás se quitaba su máscara, ¿Cómo podría dar un beso siquiera? Estaba realmente interesado en ello.

Un fuerte lamento lo alejó de sus pensamientos, era Jake quien aún se encontraba en el piso maldiciendo su mala fortuna. El muchacho era quien podría decidir su destino ante el asesino.

Acercando su rostro Michael aplastó sus labios por debajo de la máscara hacia los del muchacho, quien pudo ver que abrió de par a par sus ojos ante la acción del asesino. Podría ser esto considerado como un beso, pero la frágil mentalidad del muchacho asiático parecía serlo. El beso que comenzó como un juego torpe para saciar su curiosidad estaba escalando peligrosamente.



Mientras tanto en el reino del Ente.

Ghostface caminaba a paso decidido por el complejo del monte Ormond alejándose del reino de Myers.

- Maldito seas Michael, las cosas se estaban poniendo buenas - refunfuño el de la máscara blanca - Si me dieras la oportunidad la tomaría maldito pedazo de espacio -.

Danny Johnson se detuvo cerca de un árbol para apoyarse en el tronco. Estaba cansado, estaba hastiado ya de encontrarse en el reino del Ente. Necesitaba su libertad, ese joven ingenuo y asustado podría ser una buena entretención. Negó fuertemente, él no quería al muchacho, lo que realmente deseaba era dominar a Michael.

Todo el mundo dentro de la realidad compartida que había creado El Ente estaba al tanto del enamoramiento que el más joven de los asesinos presentaba ante el mal encarnado.

- Vamos, vamos - rogó desesperadamente al borde de las lágrimas de mera frustración. - Ya deben estar haciéndolo -.

Diciendo esto dio media vuelta en dirección a Haddonfield.

Michael tomó a Jake de los hombros, su fuerza sobrehumana lo levantó fácilmente haciendo que ya no tocara el piso, un quejido salió de su boca el cual fue callado con los labios de Michael, atrapando así su boca de forma salvaje. Un gruñido de excitación salió de la garganta de Michael al sentir su lengua dentro de su boca correspondiéndole. Michael se había levantado la máscara a una altura prudente para poder usar su juguete a su antojo.

Jake estaba realmente asustado pero también sentía una oleada de placer recorriendo su cuerpo, su miembro se sentía duro y caliente. Eso era un problema, se encontraba jugueteando con un asesino que en cualquier momento podría cambiar de planes y matarlo. El sentimiento de supervivencia se acentuó en el joven, estaba dispuesto a todo por vivir.

Michael apegó su cuerpo contra el suyo y con descaro tomo de sus caderas como disfrutando el tacto de su suave piel y sin previo aviso levantó su remera forzándolo a subir los brazos para quitarla del todo, Jake lo hizo, los subió rápidamente, sintiéndose culpable por haberse dejado desvestir tan fácilmente.

La pierna de Michael estaba entre las piernas de Jake pudiendo sentir la vulnerabilidad de su cuerpo y su miembro palpitante cerca de él. El asesino aún dejaba ver parte de su cara, más bien, se podía apreciar su fuerte y marcada mandíbula. No había ninguna emoción en su rostro, solamente se podía apreciar a un cazador jugando con su presa.

Jake un poco más consciente de lo que estaba pasando trató de poner resistencia pero al mirar a Michael vio su mirada severa que lo detenía, así que tuvo que morderse el labio inferior para controlarse, ya que el placer lo estaba nublando y no podía pensar con claridad. Contuvo el aliento al sentir como Michael bajaba su cremallera liberando su erección, su miembro grueso y largo salto a la vista de Michael. Jake estaba realmente avergonzado, podía sentir la mirada inquisidora que lo devoraba por completo, pero también la disfrutaba haciendo que sus piernas temblaran de los nervios. No había detectado ningún signo de desaprobación en su mirada pero tampoco de aprobación, pero su respiración estaba más fuerte y podía sentirla cerca de su rostro.




Ghostface estaba cada vez más cerca de la residencia Myers.

Te prefiero, fuera de foco, inalcanzable, hey~ - Cantaba despreocupadamente el asesino, no conocía bien la canción pero una vez escuchó a Ace Visconti hablar de esta banda. - Yo te prefiero, irreversible, casi intocable, hey - Siguió cantando con una gran sonrisa en su cara.

Ya estaba llegando al lugar, de solo pensar en lo que podrían hacer juntos comenzó a emocionarse excesivamente hasta el punto de tener una erección marcada a través de su traje de asesino. 

Este siguió caminando hasta llegar a la entrada del hogar, sus sentidos ya agudizados debido a su profesión le hicieron poner atención a una fuerte respiración y quejidos que se escuchaban desde dentro del lugar.  No podía entrar sin investigar antes, quizás que horrible tortura se esta produciendo. Ágilmente se asomo por la ventana más cercana hacia el sonido para encontrarse con una encantadora escena de Jake siendo sometido por Michael.











The Devil and IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora