The Devil and I

Capitulo 6, Encuentro infernal.

Ambos se miraron profundamente ante la situación, la respiración de Jake estaba entrecortada por la adrenalina que recorría su cuerpo, terror, estaba sintiendo un shot de terror al pensar lo que Michael podría hacerle. Nuevamente intento abrir la puerta sin obtener mayores resultados. Mientras Michael subía pesadamente las escaleras hasta llegar a su víctima.
Tomándolo del cuello lo lanzó por las escaleras dejando una marca en su frágil cuerpo, una de las tantas que ya existían y probablemente no desaparecerían con facilidad.
Su ojo aún ardía sin embargo el joven asiático acometió contra su ojo que ya se encontraba dañado y solo fue la incomodidad lo que logró desorientar al asesino.

- Adelante, mátame - dijo valientemente el muchacho con su último aliento antes de desfallecer por el cansancio y sus múltiples heridas.

Michael solamente miró su deteriorado cuerpo destruido por su maldad, demasiado por hoy, seguiría más tarde, medito con las voces en su cabeza. No sin antes revisar los signos vitales de su víctima.

- Sigue vivo, ya déjalo en paz - Comentó una voz que el asesino no reconoció, golpeó fuertemente su cabeza con su palma para silenciarla. Se preocuparía de ello más tarde. Por ahora tenía que complacer al ente.

- Nunca serás un buen hijo, solo eres una decepción más para nosotros - Resonó fuertemente en la cabeza del asiático mientras recuperaba la consciencia, quizás si hubiese obedecido a su familia, quizás si hubiese seguido lo que esperaban de él nada de esto estaría pasando.

- No es momento de remordimientos, ya estoy aquí - Como pudo ser incorporó sobre el frío suelo de madera manchado de sangre. Debía salir de allí pero parecía que si lo hacía volvería a comenzar nuevamente este suplicio en otro lugar.
- Parece ser que no tengo escapatoria - Ese amargo pensamiento casi logra desanimar al muchacho, sin embargo, algo que lo caracterizaba siempre sería su capacidad de ver lo positivo en todo. O tal vez su falsa positividad lo estaba consumiendo y no era lo que realmente quería. ¿Quiero vivir? Realmente estoy harto de verle lo positivo a las cosas y ayudar a los demás. Tomo una fuerte bocana de aire y se dispuso a observar el lugar, debía de buscar una forma de escapar.
Cuatro ganchos adornaban el centro del sótano, se le erizó la piel tan solo pensar en ser colgado nuevamente. Unas taquillas de color rojo, aproximadamente unas cinco, dos al inicio de la escalera y tres al rincón del lugar junto a una especie de baúl. En el cual comenzó a hurgar rápidamente encontrando llaves rotas, botiquines con poco contenido útil, algunas linternas sin pilas  y finalmente una caja de herramientas de color verde bastante llamativo. Comenzó a investigar dentro de esta y encontró alambres, pilas, herramientas que parecían para sabotear y unas ganzúas.

Sin tiempo que perder corrió desesperadamente hacia la puerta y jugó con las ganzúas en la entrada del objeto obstructor de su libertad. Intento e intento hasta finalmente escuchar un click. Sintiendo unas fuertes ganas de llorar por la felicidad de ese leve sonido se armo de fuerzas y la abrió. Pero nada hacía presagiar quien lo esperaría del otro lado de la puerta.
Una máscara blanca con dos cuencas negras y una gran boca abierta lo saludo haciendo una seña con la mano en donde sostenía un cuchillo de apariencia militar.
- Hey - saludó desinteresadamente el asesino con una larga túnica de color negro apretada un poco en la cintura por una especie de cinturón.

Trago saliva lentamente, no sabia que responder.

- No pongas esa cara muchacho que yo no soy tu verdugo el día de hoy - comentó retirándose su máscara despreocupadamente, dejando ver una piel blanca como la nieve, unos ojos marrones y una cabellera ondulada y negra azabache, tan oscura como la misma noche sin estrellas.

Nuevamente el joven quedó sin palabras ante semejante belleza que se manifestaba ante sus ojos achinados.

- ¿Tú vienes del exterior?, tengo entendido que llegaste hace poco, dime, cómo sigue todo afuera - Más que una pregunta fue una orden innegable a la cual debía responder cuidadosamente, sabia bien con quien trataba, había escucho la historia del joven que casi mata a su novia junto a su mejor amigo por el hecho de que la madre de dicha muchacha tuviera un romance con su padre, haciendo así que si madre se alejara.

- Esta bien..creo, sigue siento todo tan raro como siempre, gente con suerte que no comprende lo afortunada que es, perros y gatos agradecidos de ser acariciados, quizás cuanto tiempo ha pasado desde la ultima vez que alguien los acarició. Comida de extraña procedencia - Parecía mantener una conversación normal con cualquier otra persona hasta que entro en cuenta con quien hablaba, su sangre se heló y comenzó a sudar frío.

- Extraño el exterior, extraño los gritos de la gente, extraño mi doble vida allí, fuiste afortunado al poder estar en ese lugar - comentó con una pista de rabia sonriendo levemente para luego alzar su arma e incrustarla cerca de la pared donde se encontraba Jake, quien solamente dio un brinco dentro de su mismo lugar.

- Tienes los días contados niño bonito, Michael no será tan paciente - susurró cerca de la oreja del chico asiático provocando un escalofrío de terror y un poco placentero. Desde siempre había sido débil en él área de sus orejas y los susurros, sentía que eran secretos constantes que solo él podría conocer.

- Aléjate - suplicó el muchacho en un hilo de voz, traicionado por su miedo y sus gustos culposos.

El asesino retrocedió levemente sonriendo con malicia en su mirada y una sonrisa que no presagiaba nada nuevo. Rápidamente tomó al muchacho quien se encontraba aún en el umbral de la puerta del sótano, cerrando la puerta tras de él.
Lo sujeto fuertemente hasta hacerle daño al segundo piso de la casa, buscando frenéticamente algo en las habitaciones hasta que finalmente se detuvo en una que no estaba tan demacrada.

- Hace mucho tiempo que no pasa nada interesante por aquí - susurró cerca de Jake mientras se abalanzaba sobre él en la cama de dos plazas.
- Quizás podrías ayudarme y yo te ayudaría a salir de aquí - comentó con la mayor seguridad y mentira que alguna vez había dicho en su vida.

El muchacho sumergido en el miedo de negarse y lo que sabía que podría ocurrir no tuvo otra reacción más que negar con su cabeza y cerrar sus ojos. Recibió a cambio un fuerte puñetazo del asesino quien se encontraba sobre él.

- Creo que no entendiste las reglas del juego - una vez dicho esto sacó su cuchillo y comenzó a pasarlo por el cuello de Jake lentamente provocando leves cortes.

- Ahora dime,¿Cuál es tu película de terror favorita?-