i don't wanna live like this - l.s

13: the finest words you ever said to me.

Estaba nervioso. Sus manos sudaban al agarrar el volante de su auto que seguía tan cerca al taxi dónde estaba Harry.

Luego de andar unos minutos y buscando las palabras correctas para decirle al rizado cuando lo vea, una sonrisa crece en su rostro al notar que el taxi se dirige a su hotel. O sea que Harry efectivamente lo recordaba. Obviamente que lo hacía.

Cuando llegan a destino Louis siente que puede desmayarse, estaciona lo mejor que puede y ve como Harry ya está en la puerta del hotel, entrando.
Baja del auto casi corriendo y al entrar se encuentra con un Harry mirando hacia todos lados reconociendo el lugar.

Se para justo detrás de él y dice:

-Estas aquí.- se puede escuchar la sonrisa en su voz.

Harry se da media vuelta y sus ojos brillan, sonríe y Louis no aguanta más y lo abraza.

-Te extrañé. - dice el rizado, derritiéndose en los brazos del mayor.

-Y yo a ti, todos los días. - dice acurrucandosé aún más. - Perdóname.

Harry se separa y lo mira con tanto tanto cariño que Louis quiere llorar por lo mucho que lo extrañó.

-Nada que perdonar. - dice acariciando su mejilla.

-Claro que si, fui un insensible y te presioné en un momento muy delicado, no se en qué estaba pensando, en serio lo siento.

Harry lo silencia con un beso y Louis se deja hacer fácilmente. Rodea su cuello con sus brazos y siente sus rodillas flaquear por los suaves que son los labios del rizado, casi se olvida de lo bien que se sentía besarlo.

El ojiverde los separa agarrando el rostro de Louis. - Era lo que necesitaba..., toda mí vida ha sido la cosa más aburrida y monótona del mundo. Necesitaba algo que me moviera el piso... que me despertará.
Necesitaba algo por lo que luchar.

Louis vuelve a besarlo porque ¿que más podía hacer?

•••

Luego de un show de besos en la recepción del hotel, Louis reacciona y le dice a Harry de ir al café al otro lado de la calle.

No sin antes subir las maletas de Harry a la habitación.

Entran a la tienda donde el olor a café te hace sentir mariposas en los pulmones.
Tiene luces amarillas y todo está hecho de madera, tiene sillas altas para tomar tu café en una mesa pegada a la ventana o mesas tradicionales, también de madera, con sillas negras.

Eligen una mesa alejada de todos y se sientan enfrentados. Tienen que hablar.

Viene el mesero a pedir sus órdenes y ambos solo piden café negro con croissant de almendras.

Cuando llega su pedido es cuando Harry decide hablar.

-¿Que has estado haciendo todo este tiempo?- pregunta revolviendo su café.

Louis, quien estaba tomando ya de su taza, casi escupe el contenido por reírse, es realmente ridículo lo que ha estado haciendo todo este tiempo.

Limpia sus labios con una servilleta y dice: - uhm... los primeros días intenté uhm, ya sabes, hacer algo de lo que tenía planeado pero estaba muy desanimado para eso. - dice avergonzado sin poder ver a Harry a los ojos. - A las dos semanas me armé de valor para salir de esa cama y recorrí un poco la ciudad...em... si y...

Harry se ríe y le sostiene la mano -¿Que ocurre?

-Esto es realmente vergonzoso ¿bien? pero un día simplemente estaba visitando un lugar que ni siquiera puedo recordar cual y se me pasó por la cabeza que tal vez tu no recuerdes el hotel donde me estaba quedando, agregando que no teníamos los números telefónicos del otro era muy fácil que pudieras no recordar y perderte en la ciudad entonces decidí ir a esperarte al aeropuerto. - dice lo último cerrando sus ojos por la vergüenza.