𝘖𝘶𝘳 𝘭𝘢𝘴𝘵 𝘥𝘢𝘺𝘴 [𝘒𝘢𝘪𝘴𝘰𝘰 | 𝘖𝘮𝘦𝘨𝘢𝘷𝘦𝘳𝘴𝘦]

│⃟🌼 ࿆ 17.

Kyungsoo apenas terminó de bañarse cuando sonó el timbre de la puerta, así que Jongin lo dejó en su cuarto mientras iba hacia la puerta y el Omega se vestía.

Al abrir, esperaba que fuera Sehun, en cambio, se encontró a un pelinegro que se veía irritado y un moreno con el cabello color caramelo que parecía más estresado, y Jongin se preguntó por qué eran tan altos.

- ¿Y tú quién eres? - preguntó el pelinegro, de forma acusadora, entró a la casa haciéndolo a un lado, fulminandolo con la mirada.

- ¿Debería preguntar lo mismo? - dijo Jongin-. Soy Kim Jongin, enfermero, estoy cuidando a Do Kyungsoo, quien no me informó de su visita ¿Puedo saber sus nombres?

- Oh, ahora tengo que mandar una invitación para visitar a mi propio hijo- dijo el pelinegro.

- Jongdae, ¿Te calmas? - preguntó el moreno-. Él no hizo nada, tranquilízate.

- ¿Dónde está Kyungsoo?

- Está en su cuarto, termina de bañarse- dijo el Beta, suspirando sin que se notara demasiado, odiaba lidiar con el tipo de persona pesada y tan demandante como notaba de aquel tipo, quien ni siquiera había respondido a su pregunta.

Fue hacia el cuarto del Omega, quien seguía cubriéndose con la toalla, temblando, sentado en la cama.

- Kyungsoo, tienes visitas... - comenzó Jongin, pero al verlo temblar y algo decaído se acercó a él con cierta preocupación-. Kyungsoo, ¿Qué tienes?

El rubio negó.

- N-No sé- dijo-. Siento que voy a desmayarme de nuevo, Jongin...

- Ya, tranquilo, estoy aquí para ayudarte, pequeño- lo consoló y Kyungsoo asintió-. Vamos, acuéstate, quédate en la cama, acuéstate de lado, tranquilo- comienzo a arroparlo, mientras el Omega se sentía débil.

- ¿Y así lo dejas? ¿Y así eres enfermero? Oh, no, mi cielo- el pelinegro se acercó al rubio, apartando a Jongin de un empujón, con lo que sintió mal-. Kyungsoo, boca arriba, alza las piernas- dijo, mientras lo movía él mismo, pasando las palabras a acciones-, Suho, tráele una Coca-Cola a tu hijo, ¿Qué haces ahí parado?

- C-Chen- musitó Kyungsoo, con molestia, su padre lo había girado muy de golpe y movido demasiado rápido y ahora se sentía mareado.

- Cállate, echa la cabeza para atrás.

- Eso no es necesario- dijo Jongin, acercándose mínimamente a Jongdae, y hablando bastante bajo.

- Jongdae, déjalo- el moreno se acercó a él para tomarlo del brazo y apartarlo, hasta que dejó de sostener las piernas del menor en alto y se apartó dos pasos, con lo que Jongin volvió a acercarse a él, lo arropó, dejó que se acomodara y dejó caricias en su cabello, mientras Kyungsoo se quejaba por lo bajo con pequeños ruiditos como si fuera un bebé.

- Jonginnie... ¿Por qué los dejaste entrar?

- ¿No tenía que hacerlo? - dijo el Beta, exagerado su sorpresa, porque nunca había escuchado nada al respecto.

- Son muy molestos... Son mis padres.

- Eso lo noté, pequeño- dijo el enfermero, sin dejar de hacerle mimos en su cabello.

Fue el moreno quien se acercó a ambos.

- Hola, Kyunggie.

- Hola, Su. - murmuró el Omega, tenía sus ojitos cerrados y parecía que iba a dormirse, pero sólo seguía mareado.

- ¿Podrías dejarnos un momento con él? - preguntó el mismo moreno, mirando a Jongin, aunque sintió a Kyungsoo tomar su mano y apretarla ligeramente.

- No, Jongin, quédate- pidió el rubio, a lo que el Beta no se iba a oponer.

Jongin se sentó junto a Kyungsoo, quién seguía tomando su mano, los otros dos se acomodaron en el otro lado de la amplia cama.

- ¿Cómo está? - preguntó Suho, mirando a Jongin.

El Beta dudó un momento si decirlo frente a Kyungsoo o no.

- Hasta ahora está bastante bien, pero está comenzando a decaer- dijo, en el tono más sutil que pudo encontrar, aunque parecía que la sutileza no iba con aquellos dos, o quizás específicamente con el pelinegro, quién no entendió el mensaje que para Jongin era muy claro.

- ¿Cómo que a decaer?

Bajó la vista con algo de dolor, esperando que las palabras no afectarán a Kyungsoo más de lo que ya estaba.

- Es el tercer día, y como es normal en estos casos es cuando pasa de la fase depresiva a la moribunda- murmuró-. La transición empieza con desmayos y bajas de presión, como ahora.

Kyungsoo dejó escapar un par de lágrimas en silencio, que nadie notó.

La pareja quedó en un triste silencio con aquello, y Jongin sólo pudo dejar caricias en la manito que Kyungsoo mantenía apretada con firmeza sobre la suya, sentía al lobo del Omega llorar por afecto, porque lo abrazara o lo consolara, pero sentía que era indebido actuar así frente a los padres del chico.

Sabía que se lo podían tomar a mal, que podrían decir que él estaba acosando a sus pacientes o incluso tratar a Kyungsoo como una puta por buscar ese contacto que había perdido, cosa que era natural en Omegas en su situación.

Aunque Kyungsoo sí lo llevaba un poco al extremo y era algo raro que lo hubiera elegido a él, un completo extraño, para pedir y recibir amor.

Y era más extraño que Jongin pudiera escuchar y sentir esas cosas del lobo de Kyungsoo, eso sí que nunca le había pasado, con nadie.

- ¿Cuanto le queda? - volvió a preguntar Chen, quien no parecía tener intención de hablar de esas cosas en privado con él.

- N-No sé si deba hablar de esto frente a Kyungsoo, podría afectarlo y-y...

- No... - interrumpió Kyungsoo, su voz sonaba algo rota-. Yo también quiero saber.

Jongin lo miró con cierto pánico de lastimarlo, al ver las lágrimas en sus mejillas tomó la manga de su remera para limpiarlas con cuidado.

- Diría que una semana, o un poco menos- murmuró y notó algo romperse en los ojitos del Omega.

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