-Hola Luzu
-Hey compañero
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Auron estaba seguro que amaba a luzu con todo su ser, y no se rendiría para obtener su corazón.
Pero el amor es tan mierda que además de avanzar un paso más a su corazón, vas retrocedien...
Un día mas en la heladería, viendo siempre momentos entre parejas o de una familia y de vez en cuando veía a grupos de amigos, era imposible no sentirse sola, mucho amor le rodea y ella a sus 30 años nunca tuvo una relación, a veces venían sus amigas a visitarla y charlar ¿pero por que necesariamente tienen que hablar de sus perfectos amoríos? de sus pocas amigas que tenían Lana era también la única que no estuvo en una relación.
Fue entonces donde Lana decidió trabajar medio tiempo en la heladería y hacer compañía todo el rato mientras charlaba de cualquier cosa, podrían hablar sobre la inmortalidad de la mosca, pero nunca de los chicos.
Pero todo eso cambio para las dos chicas cuando la pelinegra conoció al chico de sudadera blanca, el momento que le toco el hombro para que le prestara atención debido a estar distraída con el celular, cuando ella levantó la mirada y vio sus ojos ¿Qué era esto? a diferencia de todas las personas que en un momento habían pasado por ahí el tenía algo diferente que le caracterizaba y era ese mechón amarillo y esos ojos... uno que estaba cerca del mechón era de un color miel que le atraía, y el otro era color café, esa tarde no sabia como o por que, pero le había pedido su número antes que se retirará, al inicio el chico se negó y era más que obvio, aun ni se conocían.
- ¿puedo.. al menos saber tu nombre?
- Raúl, mucho gusto- estiró su mano en muestra de saludo-
-Mónica -correspondió ese apretón de manos-
-Mucho gusto Mónica-
-Mucho gusto Raúl-
No sabe si fue el destino que lo trajo a ella, o que simplemente fue una bonita casualidad, pero desde ese día el chico de nombre Raúl casi siempre iba a esa misma hora a la heladería que quedaba cerca de su casa para siempre pedir el mismo sabor de helado.
-Un helado de menta por favor señorita-
- ¿Lo quiere con chispas o manjar joven?- soltó una risa por como los dos se trataban-
- ¿se podría con lo dos?-
-Por supuesto-
Mientras iban pasando los días empezaron a tenerse un poco mas de confianza, llegando por fin en pasarse sus números y las simples charlas que solo eran en el trabajo de la chica pasaron a unas largas charlas nocturnas hablando de su día a día.
Por otra parte la amistad de Lana y ella seguía intacta, Mónica separó lo amoroso con la amistad, lo menos que quería era que Lana se sintiera incomoda con sus charlas que siempre tenían. Pero eso cambió cuando lo conoció...
Lana una vez en su medio turno se topó con un peli castaño... a partir de ese momento las charlas que tenían solo se trataba de ese chico que aun ni sabía su nombre, ese chico de sudadera negra que siempre aparecía con una gran sonrisa y de vez en cuando tartamudeando. Mónica por otro lado empezó a contarle también sobre el chico que había conocido hace un par de semanas, siendo ahora sus charlas sobre ellos dos.
→Jueves 4 de febrero←
-¿Quieres ser mi san Valentín?- le preguntó el de sudadera negra llevando en sus manos un ramo de rosas -
- Oh my god, It's a joke? - la chica se tapó su cara con el mandil que llevaba en las manos recibiendo una negación por parte del chico- yes, yes yes yes! - tiró el mandil rosa al piso para luego lanzarse a los brazos del chico dañando un poco las rosas que llevaba consigo-
- I'm very glad to hear that- pasó sus manos por su cintura y apoyaba su cabeza en los hombros de la chica- por cierto, será una doble cita - se separó con delicadeza de la chica y fijó su mirada a la amiga de la peli miel que los miraba desde que él entró- Auron te quiere invitar
