Not Sure

Uno

Louis despierta envuelto en una manta que ahora está demasiado caliente, su piel se siente asfixiada y su boca está seca y agria por la mañana.

A su lado se remueve una persona, y si él no fuera lo suficientemente inteligente pensaría que alguien allanó su casa durante la madrugada.

- Hey, oye- remueve a la pequeña montaña de cobijas a su lado- Vamos, debes irte ahora - insiste de nuevo.

Un sonido estrangulado y con sueño sale de entre las sábanas.

- Venga, mi madre subirá en cualquier momento, vete ya- finalmente la montaña se deshace y una cabeza con rizos aparece, sus ojos grandes e hinchados por el sueño y sus labios regordetes. Parece adormilado cuando asiente lentamente y comienza a ponerse sus zapatos.

Debieron caer dormidos mientras estudiaban ayer por la noche, cuando el chico rizado había entrado por la ventana a tientas y después se habían besado un rato.

Si. Sip, ajá, un beso, o más bien, muchos besos. Más de los que Louis puede contar.

- Te veré más tarde en el lugar- le dice el chico con la voz ronca.

Louis asiente y permite recibir un beso corto en su mejilla. El rizado sale de nuevo por la ventana, y cae al suelo cuando está por entrar en su camioneta, mira hacia Louis y este se ríe provocando una sonrisa en la cara del rizado.

La puerta suena y de inmediato se abre, siempre es así, su madre fingiendo que esperó el tiempo suficiente antes de entrar en su habitación. Mal hábito. Muy malo.

- Buenos días cariño, hora del desayuno, debes recoger hoy a tus hermanas estaré trabajando hasta tarde- le dice ella paseando por su habitación colocando las prendas de ropa sucia en la sesta y luego abriendo las cortinas.

La luz se filtra en toda la habitación y Louis gime entre las almohadas tratando de cubrir sus ojos de lo brilloso del día.

- ¡Mamá, vamos!

- Si no las abro tardarás horas aquí dentro, hora del desayuno Louis. - replica ella.

Louis hace una mueca de disgusto, y espera hasta que su madre se ha ido para empezar a desnudarse y meterse en la ducha.

El agua fría siempre es un dolor en el culo, odia el primer contacto de las gotas heladas en su espalda. Es lo segundo más molesto que ha tenido que soportar en su cuerpo.

Lo primero tiende a ser algo que ni siquiera debería suceder con regularidad ya que él ha dejado claro muchas veces que lo odia.

Harry.

El maldito Harry Styles.

El novio.

El novio siempre tarda mucho en entender las cosas, o tal vez solo finge que no las entiende. Cuando él y Louis están acostados en la sala de estar de la casa del rizado, Harry comienza a morder su hombro, nada fuerte, sólo un par de mordeduras delicadas, luego Louis comenzaría a recargar todo su peso en él y Harry comenzaría a morder su espalda.

Y es que es molesto, pero Harry aún no lo entiende.

Pero el novio también le da suaves masajes en la espalda, y sus manos son grandes y se sienten bien, así que no puede estar tanto tiempo molesto con él.

Cuando llega a la cocina con su mochila colgando en un hombro puede ver el caos que es su familia al inicio del día.

Sus hermanas pequeñas están jugando con la comida y su madre trata de hacer que la bebé coma su desayuno.

Su hermana que es prácticamente un adolescente, y él aún no entiende creció tan rápido, está sentada con los audífonos puestos tarareando alguna canción mierda pop, mientras desayuna lo que parece ser un plátano desintegrado.