3: Koi boy

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Zemo había entrado a la cocina con un dramático bostezo, alertando los sentidos de John.

Walker había sentido sus pasos, la vibración del suelo, porque contrario a Yelena él no estaba siendo discreto; lo hacía sentir casi invasivo. Respiró profundamente, cerrando los ojos, apretando el vaso de agua en su mano.

—Buenos días— murmuró el castaño con voz adormilada, acercándose.

John apretó los ojos y se quejó en voz baja, a veces era casi doloroso tenerlo a tan corta distancia, cinco meses con un crush imposible le causaban una penosa estupidez, y como consecuente actuaba patético.

—Días— dijo, caminando a la mesa del comedor, Justin y Emil eran los únicos presentes, pues las mujeres habían hecho una salida sin decir nada al respecto —Hola, ¿Buena noche, Hammer?

El de lentes tenía una pequeña sonrisa en la cara, y si mirabas con atención, un poco de labial en la mandíbula. Justin soltó una pequeña carcajada, cubriendo con la mano la mancha y tratando de cubrirla —Algo así. No hicimos nada pero fue divertido, habló sobre su familia.

—Eres un idiota— escucharon, y John tensó los labios mientras Zemo tomaba asiento junto a él —No nos conviene involucrar civiles en nuestra travesía por el país, lo arruinarás todo.

—Disculpa por buscar algo distinto mientras trabajamos, que tú no tengas a nadie no hará que yo esté igual.

John rodó los ojos y mejor se concentró en el desayuno, mirando de reojo hacia Helmut.

—Lo que yo haga en la intimidad es mi problema y solo mio, Hammer, solo te advierto que no entrometas personas normales a la vida disfuncional que manejamos— aquello último hizo qe Justin soltara el tenedor, John apretó la cuchara en el puño y Emil se cubrió el rostro hastiado.

—¿Disfuncional? ¡Para ti, querrás decir! A diferencia tuya a mi me gusta quiénes me rodean.

El de lentes se levantó con una sonrisa frustrada y se llevó consigo el plato de comida, y Blonsky que recién acababa, se puso de pie algo apenado —No le hagan caso, ya saben que es fácil que se altere. Se va a calmar en unos minutos.

John quiso suplicarle que se quedara con ellos, no quería estar solo con Zemo y menos con la tensión que se había creado. Sin embargo, se quedó en completo silencio, intimidado con la idea de decir algo malo.

Cuando quedaron ellos, Zemo tomó un bocado de su comida con agresividad.

—Es un tonto— dijo, después de tragar, sin mirarlo —A mi me gustan ustedes, pero debemos admitir que no somos ni amigos ni mucho menos convencionales.

John no dijo nada.

—Lamento si dije algo que te molestara, si eso te hace sentir mejor.

John parpadeó un poco y le miró con el ceño fruncido antes de negar con la cabeza y tomar una cucharada de su comida —No, no, yo solo... No, no me gusta meterme en eso.

Se metió la cuchara a la boca y masticó con la mayor lentitud posible, tratando de que Zemo dejara el tema y se quedara callado.

—Deberías decir lo que te pasa de una vez, John.

El rubio casi se ahogó con la comida y trató de desviar la mirada, tomando el vaso con agua rápidamente —No se de qué hablas, Zemo— su voz se oía mucho más rota de lo que le hubiese gustado, y tartamudeó al final.

—Estás actuando con mucha cautela y estás bastante al margen con todos, tú no eres así de... Evasivo, siempre tratas de meter tus narices en nuestros problemas y ahora los ignoras.

John dejó caer el cubierto como había hecho Justin y, con un tono de voz agotado y casi harto, habló —Pues deberías estar feliz por eso.

—No lo estoy, ese no eres tú. Si tienes un problema solo, antes que se vuelva más grande y causes algún disturbio— Walker alzó una ceja, Helmut quiso aclarar sus palabras —Tienes muy poco auto control y si continuas así nos meterás en algún aprieto, todo el equipo pagará tus errores.

De pronto toda pizca de apetito se fue y se puso de pie —De verdad no entiendo si crees que hablar con el resto del mundo es así de simple— dijo, antes de irse, dejándolo completamente solo en el comedor mientras iba a su habitación con los ojos ardiendo.

No voy a llorar, ¿Por qué habría de hacerlo? Qué idiota eres, Walker. Tiene razón, pero eres un terco incapaz de darte cuenta.

Patético.

Su mente se lo repitió una y otra vez mientras se ocultaba en la ducha de su cuarto, enojado consigo mismo y con todos. Sus emociones estaban colapsando y él con ellas bajo el aire helado.

¿Cuánto más seguirían aquí?

𝙊𝙝! 𝙠𝙡𝙖𝙝𝙤𝙢𝙖 ━━ 𝘂𝘀𝗯𝗮𝗿𝗼𝗻Donde viven las historias. Descúbrelo ahora