¿Y después...?

Fuego

Estos últimos capítulos me han dejado muy triste...

-Es para mantenerte caliente- dijo Sheli acercando a la cara de Mo el encendedor, la llama resplandeció contra la piel sonrojada, la acercó más y esperó por una reacción pero su atención de MoGuanShan estaba sobre el fuego que se levantaba hacia el cielo y producía un humo negro.

Sheli admiro cada rincón de la cara de GuanShan su expresión era lo mejor, llenaba su alma y removía los pocos sentimientos que vibraban dentro de su ser, solo tenia que quebrar al lindo pelirrojo hasta traerlo de vuelta a su lado lejos de HeTian.

Estiro su mano para tocar la mejilla fría y húmeda de Mo, quería sentirlo, pero GuanShan golpeó su muñeca y se abalanzó sobre el fuego. Sheli y sus acompañantes se miraron sorprendidos.

-¡que idiota, no salvaras nada!- gritó uno de los chicos que acompañaban a Sheli y él casi se burló del pobre intento de Shan. Pero su sonrisa se apagó cuando vio como el pelirrojo salvaba una pequeña caja chamuscada de entre su mochila y la acunaba entres sus dedos llenos de hollín y quemaduras. Haciendo que la sonrisa de su rostro se esfumara rápidamente. HeTian era un estorbo aún sin estar cerca.

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GuanShan miró la caja y la abrió con cuidado la pequeña caja roja estaba estropeada y negra pero su interior estaba bien, un destello de felicidad cruzó por su mente al saber que el regalo que le había dado HeTian estaba a salvo.

Sus dedos temblaron cuando volvió a cerrar la caja, en un arranque de adrenalina había logrado salvar la caja ahora el dolor de las quemaduras se hacía presente. Apretó la caja entre sus manos, no iba a dejar que Sheli le quitara esto. De un movimiento rápido guardó la caja y tomando la playera blanca del piso salió corriendo de aquel lugar.

Sin aliento llegó al edificio donde vivía, el corazón le latía con fuerza casi no podía respirar, no podía detenerse Sheli sabía donde vivía tenía que entrar a su departamento.

-pequeño Mo...- HeTian se levantó lentamente, mirándolo con atención -¿te encuentras bien?-

La camiseta blanca ondeó con el viento, Mo aferro la caja quemada contra su pecho. Odiaba todo lo que sentía cuando estaba Hetian pero odiaba más estar lejos de él. Dio dos pasos y ante la mirada atónita del pelinegro recargo su frente contra el pecho de Hetian. Estaba tan cansado...